Japón construirá su primera estación nuclear en el exterior desde el desastre de Fukushima hace dos años, después de que el primer ministro, Shinzo Abe, firme un acuerdo con Recep Tayyip Erdogan, su contraparte en Turquía.
Sin embargo, un funcionario nipón dijo que a pesar de la decisión de Turquía de premiar a un consorcio liderado por los japoneses con los derechos exclusivos de negociación por la oferta de más de US$20.000 millones, aún faltaba un "largo camino por recorrer", con respecto a los términos financieros. Francia también tendría un rol central en el futuro acuerdo.
Hablando antes de la visita de Abe a Turquía, donde se esperaba que llegara anoche, Erdogan le contó al diario nipón Nikkei que "los japoneses lo construirán. Japón tiene experiencia y el know-how en lidiar con terremotos".
El tratado para construir la segunda central nuclear en Turquía sería significativo para Japón, tanto económicamente como simbólicamente. Muchos expertos han puesto en duda si acaso Tokio puede mercadear su tecnología en el exterior, dado el golpe que sufrió su reputación en seguridad. También sería un impulso a la industria nuclear francesa.
Dos personas familiarizadas con las conversaciones dijeron que Turquía tendría una participación de 50% en la instalación de más de 4.500 megawatts en la región del Mar Negro de Sinope. Mitsubishi Heavy Industries se hará con 30% del consorcio con GDF Suez, que operaría la planta, tomando el faltante 20%, de acuerdo a una fuente gala. La tecnología para los cuatro reactores sería entregada por la compañía francesa Areva.
Analistas dijeron que la estructura del acuerdo marcaba una concesión de Turquía, que se había negado a emitir garantías del Tesoro para proyectos nucleares por tres décadas. Ankara describió su decisión como una señal de confianza en la energía nuclear en Turquía.
"Queremos estar en el proyecto", dijo un funcionario turco. "Esa es nuestra preferencia", agregó.
El anuncio programado para hoy no será el primero en el que un consorcio japonés haya ganado los derechos de negociación exclusivos para Sinope. Una oferta encabezada por Toshiba fracasó después de que su socio Tokyo Electric Power, dueño de la planta golpeada por el tsunami, se retirara después del accidente. También llega en un buen momento de las relaciones entre Turquía y Francia bajo el presidente Hollande.
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Cifras desde Oriente
50%. Más de la mitad de la participación correspondería a Turquía, en el proyecto que se hará en Sinope.
4.500 megawatts tendrá la central nuclear, la segunda de Turquía, en la que participará también Francia.