De igual forma como las proyecciones apuntan a una dinamización de la economía chilena este año, las expectativas también apuntan a una recuperación de la productividad en 2018. En esa línea, el presidente de la Comisión Nacional de Productividad, Joseph Ramos, estima que si el PIB se expande un 3,5%, la productividad también va a crecer por una mayor utilización de la capacidad ociosa de la economía que los últimos cuatro años ha permanecido estancada. Asimismo, Ramos aborda los desafíos en materia de productividad que va a tener que enfrentar la próxima administración del presidente electo Sebastián Piñera.
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¿Cuál es la evaluación del trabajo realizado por la Comisión en 2017?
-Otros tendrán que ponernos nota (ríe), pero creo que ha sido un buen año. Tanto la evaluación de la propia Comisión como de personas externas es esa. Por ejemplo, nos reunimos con los comandos de Sebastián Piñera, Alejandro Guillier, Carolina Goic y Beatriz Sanchez y los cuatro mostraron bastante interés en el trabajo que ha realizado la Comisión y que la siga continuando. Entonces, eso lo veo como una especie de validación externa. Del trabajo de este año, destacó el informe minero, el de participación laboral femenina y el de competencias o reforma al sistema de educación técnica. Aunque éste último aún está en etapa preliminar.
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De las propuestas que el presidente electo Sebastián Piñera dio en su programa en materia de productividad, ¿cuál es la que más le ha llamado la atención?
-Una de las propuestas que coincide con nuestras recomendaciones y en la que ha puesto mucho énfasis es acortar el período del proceso aprobación o rechazo de grande proyectos de inversión. Esta fue una de las medidas que presentamos en el informe minero y en donde expusimos un sistema análogo al que existe en Canadá en que los procesos de aprobación o rechazo duran tres años y medio, y no cinco años como en Chile. El programa de él tiene muchas otras propuestas, pero éste es un tema central, que tiene que ver con la institucionalidad del Estado, que sea más proactiva y no sea un freno.
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En ese sentido, ¿cuáles de las propuestas que ustedes han presentado en los distintos informes estiman que debe ser tomada sí o sí en el próximo gobierno?
-El tema de perfeccionar el sistema de salas cunas es también es muy importante, porque aparte de ser un tema de justicia social, tiene que ver con un tema de facilitar la participación laboral femenina. Nosotros lo expusimos, porque es una manera de aprovechar el talento de la mujer y aumentar el producto del país.
¿Qué puede adelantar del informe de competencias que darán a conocer a fin de mes?
-Descubrimos que tener un título en un Centro de Formación Técnica (CFT) le puede significar a una persona una rentabilidad mayor a 15% de sus ingresos. Entonces, es algo que eleva los ingresos de la gente de estratos más bajo del país y por consiguiente uno puede reducir la desigualdad poniéndole patines a los de abajo y no quitándoselos a los de arriba.
¿Cómo ve los cambios que podrían haber respecto de la institucionalidad en el próximo gobierno?
-Los cuatros comandos estaban de acuerdo con que la Comisión continuara. Varios mencionaron muy explícitamente que fuera por ley. Y en el caso del comando de Piñera, incluso se habló de ampliar algunas de las funciones.
¿Cuáles son los informes en que trabajará la Comisión este año?
-En octubre, la Comisión empezó a trabajar en el informe de eficiencia hospitalaria que debería tener su resultado preliminar a fines de este mes y definitivo en septiembre. También está en marcha el informe de tecnologías disrruptivas que debería estar finalizado en abril o mayo. Y por último, estamos elaborando un informe sobre todo lo que se ha logrado concretar de las primeras 21 recomendaciones que hicimos a la Presidente Michelle Bachelet en base a la agendas de productividad de los últimos gobierno. Este último trabajo debería estar listo en el primer semestre. Obviamente, todo esto más los informes que la nueva autoridad quiera solicitar.
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¿Y si el Presidente electo le pidiera que seguir a cargo de la Comisión y trabajar en el nuevo gobierno, Ud aceptaría?
-De todas maneras, la respuesta es sí. No es que yo vaya a continuar. Tal vez por otras razones, yo no pueda continuar, pero no por razones políticas. No tengo ningún problema con ser presidente de la Comisión en un gobierno que tal vez no voté por él. Creo que la creación de la Comisión se dio justamente para que sea una institución independiente y autónoma. En ese sentido, la Presidenta Bachelet la ha respetado mucho. Desde el inicio nombró consejeros que no eran de su línea política y quiso que en ella se representara a todo el espectro político. Creo que esto tendría que seguir siendo así, porque sino pierde su credibilidad hacia afuera.
Un reciente estudio de la Cámara de Comercio de Santiago proyectaba que la productividad se recuperará en 2018, ¿coincide con este pronóstico?
-Muchos usan para medir la productividad, el producto interno bruto por trabajador. Por ejemplo, el 2017, si el PIB creció 1,5% y la mano de obra creció 2%, uno tiene una caída de la productividad. Pero si uno proyecta que en 2018, el PIB crecerá 3,5% y la fuerza de trabajo crece 2%, uno tiene que la productividad que crecerá 1,5%. Ahora ese aumento no es por mayor productividad, sino porque hay mayores ventas. Entonces, si uno hiciera un ajuste cíclico correcto, buena parte de ese aumento de productividad, no es que seamos más eficientes, sino que la capacidad ociosa empieza a ocuparse. La productividad verdadera se da una vez que estás en pleno empleo. Ahora creo que si este año la economía se expande 3,5%, la productividad también va a crecer. Hay una asociación entre ambas cosas. Lo más importante de 2018 es que se va a empezar a ocupar la capacidad ociosa de la economía.