Los banqueros de JPMorgan Chase tuvieron preocupaciones sobre Bernard Madoff durante más de una década, pero no informaron a las autoridades estadounidenses, sentenció el fiscal de Manhattan, valorando negativamente la falta de acción del banco.

El banco acordó ayer pagar US$1.700 millones para evitar una persecución penal por no transmitir sus sospechas, algunas de las cuales nacieron más de una década antes de que se revelara el esquema Ponzi de Madoff.

Este pago es el "más grande para un banco", según la oficina fiscal de Preet Bharara para el Distrito Sur de Nueva York. Es la última de una serie de sanciones masivas para el mayor banco de EEUU: se espera que JPMorgan pague diversas multas a los reguladores bancarios, de una cantidad combinada de alrededor de US$2.000 millones.

Este acuerdo de enjuiciamiento diferido le evita al banco la persecución penal, a cambio de cumplir con el pago y con la promesa de reformar sus prácticas.

Este último golpe multimillonario a JPMorgan era esperado, pero la cantidad de banderas rojas de las diferentes áreas del banco,  de más de dos décadas de expansión, no se habían hecho públicas.

En dos ocasiones, en 1998 y 2007, el brazo de gestión de activos de JPMorgan rechazó invertir en fondos de Madoff. Un gerente comentó que los retornos eran "posiblemente demasiado buenos para ser verdad", y citó la negativa de Madoff a reunirse con ellos para discutir su estrategia. La sospecha nunca se transmitió al equipo de lavado de dinero de la entidad.

En 1996, otro banco cerró la cuenta de Madoff después de investigar una serie de operaciones de ida y vuelta con uno de los mayores clientes privados de JPMorgan, que ha sido identificado en los documentos judiciales anteriores como Norman Levy, determinando que no tenía ningún propósito de negocio legítimo. 

JPMorgan permitió las transacciones, que se multiplicaron a US$6.800 millones y que continuaron realizándose. Sólo en 2008, después del arresto de Madoff, se presentó un informe de actividad sospechosa.

En octubre de 2008, un analista de JP Morgan con sede en Londres escribió un correo electrónico interno que destacaba la "extraña elección" de Madoff de una pequeña empresa de contabilidad diciendo que "hay varios elementos de la historia que podrían ponernos nerviosos".

El banco presentó un informe de actividad sospechosa en la Agencia de Crimen Organizado del Reino Unido a finales de ese mes, pero no tomó la misma acción en EEUU.

JPMorgan dijo: "reconocemos que podríamos haber hecho un mejor trabajo reuniendo varias piezas de información y sospechas sobre Madoff desde diferentes partes del banco a través del tiempo. No creemos que ningún empleado de JPMorgan Chase asistiera conscientemente con el esquema Ponzi de Madoff, que fue un fraude sin precedentes y engañó a miles de personas, incluyéndonos a nosotros, y causó pérdidas sustanciales para muchas personas".

Madoff mismo predijo el pago en una entrevista con Financial Times en 2011, desde la prisión donde cumple una condena de 150 años. "JPMorgan no tiene ninguna posibilidad de no alcanzar un gran acuerdo", dijo.

Las acciones de JPMorgan, que han subido en los últimos 12 meses, a pesar del escándalo legal que envuelve al banco, cayeron 1,15%, cerrando la jornada en US$58,32.

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