El presidente estadounidense Barack Obama ha visto como sus comentarios sobre la peligrosidad del deporte del fútbol americano ha recibido un rechazo masivo por parte de los jugadores y entrenadores de los equipos de los Ravens de Baltimore y de los 49ers de San Francisco, que ya se encuentran en Nueva Orleans para la disputa del Super Bowl XLVII.
"Soy un aficionado al fútbol, pero tengo que decirte que si yo tuviera un hijo, tendría que pensar mucho antes de dejarle jugar", declaró Obama al bisemanario "The New Republic", en la edición de internet del domingo.
El presidente estadounidense dijo estar de acuerdo con los que piden cambios en este deporte para evitar las lesiones, aunque el fútbol se haga "un poco menos emocionante".
La respuesta de los jugadores no se hizo esperar y la mayoría consideraron los comentarios como "desafortunados", muy poco "oportunos" y "equivocados", dado que el domingo protagonizaran el partido más esperado de todo el año en el país, que además genera miles de millones de dólares a la economía del país
Sólo el safety Ed Reed, de los Ravens, un nativo del área de Nueva Orleans, con 11 años de experiencia, se puso del lado del presidente Obama y dijo que el deporte tenía que practicarse de una manera más segura y dijo que estaba interesado en aportar sus ideas para conseguir tal objetivo.
"Me gustaría ayudar a trabajar en ese campo y estoy de acuerdo con el presidente Obama cuando dijo que si tuviese un hijo no le apoyaría a que eligiese el deporte del fútbol americano", declaró Reed. "A mi propio hijo no lo apoyaré, aunque tampoco le voy a condicionar nada, simplemente le diré, que yo ya jugué y el no tiene porque hacerlo".
"Soy un aficionado al fútbol, pero tengo que decirte que si yo tuviera un hijo, tendría que pensar mucho antes de dejarle jugar", declaró Obama al bisemanario "The New Republic", en la edición de internet del domingo.
El presidente estadounidense dijo estar de acuerdo con los que piden cambios en este deporte para evitar las lesiones, aunque el fútbol se haga "un poco menos emocionante".
Sin embargo, Reed se quedó solo en el apoyo al presidente Obama, el resto de los jugadores tanto de su propio equipo como de los 49ers dijeron, que lo primero que tenían que defender del fútbol americano es que cuenta con grandes valores y que a ninguno de ellos los han obligado a jugarlo.
Tampoco entienden como se compara el fútbol americano profesional de la NFL con el que se practica en los colegios o universidades.
El mariscal de campo estelar de los Ravens, Joe Flacco, fue categórico cuando dijo que nadie "jamás" le había forzado a jugar al fútbol americano ni conoce a otros profesionales que lo hagan baja presión.
"Es la profesión que nosotros elegimos para hacer", destacó Flacco, de 28 años, que juega su primer Super Bowl desde que hace cinco temporadas llegó a la NFL. "Además cuando hablas de niños y jóvenes, no tienen el tipo de choques que se dan en el profesionalismo".
Especialmente "duros" se mostraron los jugadores defensivos de ambos equipos con los comentarios del presidente Obama y todos reivindicaron que "no tendrán" problema en apoyar a sus hijos si deciden jugar al fútbol americano.
El "linebacker Aldon Smith, de los 49ers, dijo que lo que el presidente estadounidense pide es hacer que el deporte del fútbol americano pierde lo más importante que posee y es el grado de emoción permanente que se vive en cada jugada.
Otros jugadores reconocieron la "peligrosidad" que encierra el deporte del fútbol americano, pero para nada condicionarían a que se deje de practicar o se hagan cambios radicales, que le quiten la emoción y el interés.
"Es un hecho que el fútbol americano es un deporte de contacto que involucra cierto grado de peligro físico", valoró el guardia ofensivo Alex Boone. "Pero no creo que sea más o menos peligroso que otros...".
Por su parte, el entrenador en jefe de los 49ers, Jim Harbaugh, consideró que será una ventaja para él y su familia que Obama y muchos otros estadounidenses piensen de esa manera.
"Si el presidente piensa de esa manera, habrá un poco menos de competencia para Jack Harbaugh cuando crezca", dijo el entrenador del equipo de San Francisco sobre su hijo de cuatro meses de edad.
Mientras que su hermano, John Harbaugh, estratega de los Ravens lo apoyó al destacar las grandes cualidades que se desarrollan dentro del deporte del fútbol americano.
"Todos aquellos que jueguen o hayan jugado fútbol americano saben de qué se trata y todos los valores que conlleva", subrayó el hermano mayor de los Harbaugh. "Es un gran deporte".
Todos ellos recordaron que la mejor demostración de cómo el pueblo estadounidense se identifica con la manera como se juega el deporte del fútbol americano es el seguimiento multitudinario que se le da a la disputa del partido del Super Bowl, única competición deportiva que consigue paralizarlo de sus actividades por unas horas, incluido al propio presidente de la nación.