El caso de Luiz Inácio Lula da Silva llega este miércoles a la corte de Porto Alegre para definir, en segunda instancia, si se anula o confirma la condena contra el líder del Partido de los Trabajadores (PT) por acusaciones de corrupción, poniendo en jaque sus aspiraciones políticas de cara a los comicios presidenciales de noviembre de este año, donde suena como principal favorito.
En julio de 2017 Lula fue condenado a nueve años y medio de cárcel por el juez Sergio Moro, en el marco de la investigación del escándalo de Lava Jato en Brasil, donde se le encontró culpable de recibir el equivalente a US$1,1 millones en sobornos a través de un departamento ubicado en el balneario de Guarujá por parte de un socio de la constructora OAS durante su gestión. Esto abrió las opciones de que fuera inhabilitado en una eventual candidatura en las próximas elecciones.
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"No sabemos cómo va a juzgar la corte, pero a pesar de las acusaciones Lula sigue como el candidato más popular en las encuestas", comenta el experto en América Latina de la Universidad de Columbia, Christopher Sabatini.
La última encuesta de Datafolha otorgó a Lula el 34% de las preferencias en la primera vuelta y una cómoda victoria con cerca del 50% en segunda vuelta contra cualquiera de sus posibles adversarios.
Considerando lo anterior, crece la incertidumbre sobre el nuevo nombre que llegará al Palácio do Planalto, al tiempo que se acerca el día clave para el ex mandatario.
Pese a esto, para Sabatini lo mejor que podría pasarle al PT es que Lula no compita. "Como hizo con Dilma Rousseff él podría nombrar a un candidato y transferir su apoyo sin la mancha de la corrupción que tiene", señala el experto.
Aún cuando aseguró que independientemente del resultado del tribunal lanzará su candidatura el 25 de enero (al otro día del juicio), Lula, que la semana pasada en una entrevista a El País de España advirtió que si es condenado a prisión las presidenciales en Brasil serán "un fraude", también estaría barajando nombres si la justicia no le permite presentarse. Según la prensa brasileña, de generarse ese escenario el representante del PT sería el ex gobernador de Bahía, Jaques Warner.
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El capital político de Lula resulta esencial de cara a los comicios. De origen humilde, el antiguo obrero metalúrgico que se transformó en el héroe de los pobres, se ha convertido en mucho más que un líder para los brasileños.
"Hay que entender que el 'mito' de Lula es muy poderoso", comenta Sabatini y agrega que en las dos oportunidades que pudo compartir con él, reconoció a un personaje con "carisma, agradable e importante", que representa la época del "boom" de Brasil.
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Los otros candidatos
A poco más de ocho meses de los comicios, Brasil tiene al menos 14 precandidatos a la presidencia.
"Es una elección bastante incierta, la más abierta en tres décadas", comenta Carlos Caicedo de IHS Markit, quien explica a Pulso que los que lideran son los candidatos más radicales tanto de izquierda con Lula, como de la derecha con Jair Bolsonaro. "La centro derecha no tiene un candidato que sea popular y pueda aglutinar el voto moderado", señala.
Conocido como "el Trump brasileño", Bolsonaro ocupa el segundo puesto en los sondeos (17%) en cuanto a intención de voto. Con fama de ex militar y defensor de la dictadura, ha logrado posicionarse en el mapa político como diputado federal.
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Otros de los que suenan son el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, quien asumió el mes pasado la presidencia del PSDB.
Según Caicedo, Alckmin es el que cuenta con el apoyo del sector privado y sería el candidato que daría continuidad a la agenda de Michel Temer. "Pero el hecho que sea el favorito de los mercados no necesariamente se traduce en votos. Las últimas encuestas solo dan el 8%", señala.
Más abajo suena el alcalde de Sao Paulo, João Dória, quien aún intenta encontrar un espacio en el PSDB. Marina Silva, la candidata verde que con dos elecciones a cuestas anunció su nueva carrera en diciembre de 2017 y el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, que busca el apoyo de la fracción oficialista PMDB para postularse al Planalto, acapara hoy un 2% de las preferencias.
El listado lo contemplan varios otros nombres, pero sin duda alguna uno de los que genera más sorpresa es el del presentador de televisión Luciano Huck, conocido como el "Oprah Winfrey" de Brasil, quien tras una serie de intervenciones sobre política comenzó a sonar para las elecciones.
Con todo, la decisión sobre el destino de Lula está a la vuelta de la esquina y el veredicto marcará el futuro rumbo a octubre.
