La semana del Super Bowl XLVII ya entró de lleno en el cargado calendario de actividades y el centro de atención estuvo puesto en lo que dijeron algunos de los protagonistas en el tradicional "Día de la Prensa", que dejó a los mariscales de campo Colin Kaepernick y Joe Flacco como los más solicitados, junto con el apoyador estelar Ray Lewis.

Kaepernick, la revelación de los 49ers, se convirtió en la gran estrella de la reunión, que fue abierta al público por segundo año y más de 800 aficionados pagaron 25 dólares por estar en las gradas del Mercedes-Benz Superdome, de Nueva Orleans, y poder ver a los protagonista de cerca y en plan informal y relajado.

Una imagen que nada tendrá que ver cuando el domingo salten al campo para disputar el título de campeones de la Liga Nacional de Fútbol Americano y conseguir el trofeo Vince Lombardi.

Tampoco hubo declaraciones explosivas, por el contrario fueron muy comedidas, inclusive Flacco pidió perdón por unas anteriores, y Lewis no quiso responder sobre un reportaje de la revista "Sports Illustrated" en el que le relaciona con el uso de una sustancia prohibida que le ayudó a recuperarse de una lesión de tríceps.

Pero sí hubo una coincidencia entre todos los profesionales que han llegado al Super Bowl, que han visto cumplido el "gran sueño" de su vida como profesionales y que jugar el partido más importante del año era una "bendición".

Kaepernick fue la estrella de los 49ers y reconoció que tenía la seguridad que un día llegaría al Super Bowl, pero no se imaginó que con sólo 10 partidos de titular pudiese hacerlo y menos después que salió a jugar por la lesión de su compañero Alex Smith, que ya quedó relegado a un segundo plano.

De hecho, Smith tiene los días contados con los 49ers, que una vez que concluya el Super Bowl trabajaran un traspaso y darle la oportunidad de volver a ser titular en la NFL, algo que ya no podrá conseguir con Kaepernick, de sólo 25 años, de líder.

"Es un día que quizá nunca olvidaremos", declaró Kaepernick. "Estaba seguro de que algún día llegaría y aquí estoy".

Smith también dijo que cualquier sacrificio merece la pena por llegar al Super Bowl, pero negó la versión del entrenador en jefe de los 49ers Jim Harbaugh, que desde que era suplente entrenaba más que nadie a Kaepernick y lo ayudaba.

"No sé a que se refiere, no tengo la responsabilidad de entrenar, aunque siempre soy un buen compañero", declaró Smith. "Lo que tampoco sé hasta ahora es en que momento perdí la titularidad".

Smith fue el mariscal de campo titular de los 49ers por última vez el pasado 11 de noviembre, en el noveno juego de la temporada, contra los Rams de San Luis, cuando el récord de su equipo era 6-2.

Se lesionó después de completar siete de ocho pases y de que la jornada anterior habían sido 18 de 19 para índices de efectividad de 157,1 y 143,8 puntos; sin interceptaciones en ambos casos.

Pero en el siguiente partido entró en su reemplazo Kaepernick, y el resto es historia con el mariscal de campo de segundo año convertido en el tercero con menos partidos como titular que abre un Super Bowl.

Diferente ha sido el camino de Flacco, de 28 años, que llega a su primer Super Bowl después de luchar fuerte durante cinco temporadas en la NFL y utilizó el "Día de la Prensa" para pedir disculpas por las palabras que dijo sobre llevar el Super Bowl del próximo año a East Rutherford (Nueva Jersey), su estado natal, para que se juegue en clima frío y en el MetLife Stadium, que no está cubierto.

"Creo que es de retrasados. Probablemente no debería decir eso. Creo que es estúpido", declaró Flacco al hablar del asunto del próximo Super Bowl.

Flacco reconoció que no eligió las mejores palabras para expresar su pensamiento y por lo tanto quería pedir perdón a todas las personas que ofendió.

"En casa, tengo una relación cercana con las Olimpiadas Especiales. No era mi intención ofender a nadie", señaló Flacco, que dijo que le encantaría estar de nuevo el próximo año en el Super Bowl, y más en su estado natal y aunque haga frío.

Él que no tendrá ni la posibilidad de estar será el veterano Lewis, de 37 años, que si cumple su palabra, después que concluya el Super Bowl XLVII y tras 17 temporadas como profesional de la NFL tiene decidido retirarse.

Pero antes de hacerlo se ha visto involucrado en una historia periodística en la que se le relaciona con el consumo de una sustancia prohibida, conocida como IGF-1, que se encuentra dentro de la aceite de cuerno de venado que sirve para curar lesiones, pero está prohibida por la NFL.

Lewis negó la información del informe periodístico que ofrece "Sports Illustrated" cuando se le preguntó y dijo que su una preocupación y objetivo es estar al máximo para el partido del domingo.

"Hace dos años, era el mismo informe. No le daré ninguna importancia ni publicidad al mismo. No vale la pena. Siguiente pregunta", declaró Lewis, que desea asegurar su legado con un segundo título de Super Bowl y si es posible también con el premio de Jugador Más Valioso (MVP) como el que consiguió en el Super Bowl XXXV.