KAROL Cariola (PC) está convencida de que Alejandro Guillier será Presidente, pero no por eso minimiza el peligro que, a su juicio, representa hoy la derecha para el proyecto que la Nueva Mayoría intenta construir. La parlamentaria -reelecta por un nuevo período- advierte que la iniciativa de José Antonio Kast es "antidemocrática y fascista" y que el eventual regreso de Sebastián Piñera sería un gran retroceso para el país. Cariola guarda esperanzas en que el próximo año, la Nueva Mayoría podrá liderar el gobierno y expandirse políticamente, incorporando al PRO y a sectores del Frente Amplio.
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El resultado del domingo podría ser estrecho. ¿Por qué cree que ningún candidato ha logrado una mayoría suficiente?
Estamos en un momento de cambios en Chile, y eso es positivo porque genera la necesidad de la ciudadanía de ser parte de las transformaciones. Tengo la impresión de que la derecha llega a un sector ideológico de la población que actúa desde una solidaridad de clase que se genera entre los que más recursos tienen y que quieren resguardar sus privilegios. Pero, lamentablemente, también permean por la vía de una lógica clientelar en las poblaciones, que tiene que ver con tratar al ciudadano como cliente, y estas apoyan a Piñera bajo el engaño de que una candidatura de derecha les entregaría más empleo o condiciones laborales. Digo que es un engaño porque con Piñera retrocedimos mucho en materia social. Por otro lado, la centroizquierda es hoy más diversa entre quienes quieren avanzar más rápido o más pausado, pero son diferencias tácticas más que de fondo.
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Parece que hay contradicciones entre Guillier y su equipo económico, por ejemplo, con la condonación del CAE. ¿Es reflejo de una disputa interna?
No creo que haya una disputa entre el candidato y sus equipos. El candidato es la persona en quien pusimos la confianza para conducir el proyecto político y es él quien tiene la última palabra. Es evidente que en la coalición existen diferencias, han existido siempre, se expresaron en este gobierno y son disputas que van a seguir existiendo entre quienes quieren avanzar más rápido y quienes quieren hacerlo más pausadamente. Ante eso, Guillier ha tomado posiciones y han sido correctas. Cuando él plantea que la condonación del CAE debe ser para siempre, lo hace motivado por algo que dijo desde el principio, que es la protección de las familias endeudadas y de las cuales no podemos descartarnos porque el país cometió un error al permitir que la educación se mercantilizara, y hoy estamos dando un giro completo. Muchos planteamos al interior del comando la condonación del CAE, y la gran mayoría de las familias endeudadas está dentro del 40% que se verá beneficiado.
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Ha habido una polémica por el costo del programa de Guillier, ¿hay que recalcularlo?
Confío plenamente en el trabajo que han hecho los equipos técnicos, ha habido mucho esfuerzo, no veo razones para desconfiar de los cálculos hechos para el programa, con todas las gradualidades y procesos de la implementación. Lo que está detrás de esas acusaciones es la intencionalidad del comando de Piñera de desacreditar la labor de nuestros técnicos, lo que es impresentable, porque Piñera no tiene la superioridad moral luego de que se propuso hacer el mejor Censo del mundo y no sirvió de nada. Él ve la paja en el ojo ajeno cuando tiene una gran viga en el propio.
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En el FA decidieron apoyar a Guillier, en parte, porque temen la llegada de José Antonio Kast al gobierno, ¿cómo ve ese proyecto de derecha?
Es la expresión de un Chile que es lamentable que todavía exista. El pinochetismo en esta elección se expresó con más fuerza, y hay una visión antidemocrática y fascista que representa Kast en el comando de Piñera, pero también se ve en la UDI, que reivindica la figura de Pinochet y de los violadores de Derechos Humanos. Estos actores tratan de enmarcarse en una posición democrática pero todos sabemos que la posición de Kast hoy está dentro de la candidatura de Piñera. Eso hay que considerarlo, Kast está con Piñera, y votar por Piñera es hacerlo por el pinochetismo.
A modo de evaluación, ¿qué errores cree que cometió la NM durante la campaña?
Nuestro principal error fue no haber ido a primarias. Nuestra primaria terminó siendo la primera vuelta. Esa decisión nos hizo jugar con fuego, porque puede significar la división de la centroizquierda y que Piñera llegue al gobierno, impidiendo con ello la posibilidad de avanzar. No fue responsable. Hubo errores que nos pasaron la cuenta, pero los hemos corregido con actos de unidad en esta segunda vuelta, por eso valoro que la DC haya apoyado a Guillier sin condiciones, que lo mismo haya hecho el PRO con ME-O, y que actores fundamentales del Frente Amplio, como Beatriz Sánchez, hayan hecho lo mismo. Fue un error no propiciar la unidad en la primera vuelta, porque le dio ventaja a quien representa lo peor que le puede pasar a Chile de aquí a 20 años.
Para gobernar, necesitarían al FA. ¿Están dispuestos a ceder a sus demandas para aprobar los proyectos?
Somos respetuosos de la democracia, sabemos que los proyectos que puedan surgir de un gobierno de Guillier tendrán que ser discutidos en el Congreso, y ahí el rol del FA se expresará, lo que enriquecerá a los proyectos. Afortunadamente, la centroizquierda es mayoría en el Parlamento, no tan aplastante, pero no me cabe duda que llegaremos a acuerdo en muchas cosas, lo que incluso puede llegar a mejorar los proyectos que presente el gobierno, y eso es una oportunidad.
¿Qué pasará con la NM en 2018?
Lo ideal es que la NM pueda continuar como proyecto unitario, que desarrolle un proyecto país, pero evidentemente hay una necesidad de forjar una unidad más amplia que la que tenemos. Hay que generar esfuerzos hacia fuerzas emergentes que hoy tienen expresión en el Congreso gracias al fin del binominal. No sé si la NM tiene que cambiar de nombre, pero sí tiene que expandirse, y ahí el PRO es con quién hemos tenido más puntos de encuentro y espero que puedan estar más cerca, con la ampliación de nuestro espectro político. También con actores del FA, o con el FA en su conjunto. Muchos soñamos con que esta gran familia, que ha tenido una historia de lucha y resistencia, pueda actuar en unidad.
Si es que gana Piñera, ¿cuál será el carácter de la oposición?
Espero que Piñera no sea gobierno, estamos trabajando en eso y tengo la convicción de que él no ganará. Pero ante un posible gobierno retardatario, pinochetista, que no reconozca los derechos sociales y que resguarde a la clase acomodada, debemos ser una oposición unitaria, que permita recuperar en el más breve plazo el camino que ya comenzamos, porque de lo contrario el retroceso será gigante, 20 años de retroceso, y podría ser la pérdida más grande de derechos sociales desde la dictadura.