¿Es posible invertir responsablemente?
Con esa premisa, parte de los investigadores del Instituto de Innovación Social de Esade en España han volcado su tiempo y dedicación a ver qué es lo que ocurre en el mundo. Una de ellas es Katinka van Cranenburgh, quien ha desarrollado su carrera en el mundo de la sustentabilidad con énfasis en derechos humanos y el análisis de impacto social. Ella da cuenta de cómo operan los fondos éticos y qué ven en ellos los inversionistas.
¿Qué visión tiene de los fondos éticos?
Estos no sólo consisten en productos de impacto social positivo o preseleccionar empresas para invertir, de acuerdo a criterios positivos o negativos. En algunos casos, los gestores de fondos éticos incluso están involucrados en la participación de los accionistas.
¿Cuáles son las formas de invertir en fondos éticos?
Uno podría decir que hay aproximadamente cuatro formas de invertir éticamente. La primera y más común es el de selección negativa, por el que se descartan algunos productos (tabaco, armas y combustibles fósiles), países (Corea del Norte, Birmania) o servicios y prácticas (difusión de pornografía por los hoteles). La segunda forma consiste en invertir en empresas que son las mejores en su industria en lo que se refiere a prácticas medioambientales, sociales o de gobierno corporativo. En tercer lugar los inversionistas pueden practicar su compromiso social a través de la vinculación estrecha con las empresas en las que invierten a fin de mejorar su comportamiento. Por último, está la inversión de impacto social positivo, lo que significa invertir en proyectos o empresas que crean valor positivo social y económico (pensar en energía alternativa, vivienda asequible, comercio justo) que también es una forma de invertir éticamente.
¿Cuál es el valor de este tipo de fondos?
En los últimos 50 años, la comunidad de inversionistas responsables ha estado creciendo exponencialmente tanto en Estados Unidos a través de The Forum for Sustainable and Responsible Investment (US SIF) como en Europa con Eurosif. Esta última estima ser el cuarto tipo fondo de inversión. El mercado de inversión de alto impacto social sólo en Europa durante 2012 fue de €8.75 mil millones.
¿El desarrollo de estos instrumentos solo responde a factores ideológicos?
Las inversiones éticas expresan que invertir no es una actividad neutral, sino que también implica valores. La inversión responsable, por tanto, es una que, además de considerar factores financieros, toma los ambientales, sociales, de gobernabilidad y también considera factores éticos. Es una manera de identificar empresas que registran una responsabilidad social corporativa robustecida y de comprometerse con compañías que alientan un mejor desempeño de la RSE. También es visto como un proceso mediante el cual los inversionistas intentan influir en el comportamiento de las empresas en una serie de cuestiones sociales, ambientales y éticas.
¿Qué visión tiene el mercado de esta clase de fondos?
Se trata de una actividad cada vez más común, los administradores de empresas lo hacen de forma voluntaria o forzada con el objetivo de mejorar el rendimiento de la RSE con el fin de cumplir con las expectativas de los inversionistas éticos. Mientras que algunos directivos dan la bienvenida a estos inversionistas críticos, al grado que crean posibilidades dentro de la empresa para mejorar los estándares sociales, otros pueden responder a esta clase de accionistas sólo desde un punto de vista financiero: provocando desinversión de capitales insatisfechos que pueden dañar el comportamiento de sus últimas líneas.
¿Estos fondos se comportan de manera diferente a los tradicionales? Por ejemplo, ¿tienen un desempeño más estable en periodos de crisis?
No hay prueba sólida de que los fondos de inversión éticos superen a los fondos convencionales. Sin embargo, mientras que la industria de las armas sigue siendo una de las más rentables para invertir, los fondos responsables generan rédito similar al de fondos convencionales.
¿Qué perfil tiene el inversionista que opta por esta clase de fondos?
Los inversionistas religiosos o humanistas están entre los responsables. Puede tratarse de individuos u organizaciones. En nuestro estudio nos centramos en organizaciones religiosas como los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, la iglesia de Inglaterra (Anglicana), pero también hay otros grupos religiosos. A menudo estos grupos actúan conjuntamente en compromiso social accionista y tienen acceso a los datos sobre las normas laborales en el desarrollo de los mercados debido a su presencia en ese terreno. Esto les permite tomar decisiones bien informadas.
¿Cuáles son los casos más representativos?
La venta de las empresas que operaban en Sudáfrica durante el Apartheid fue uno de los primeros actos de eminentes inversionistas religiosos. Más recientemente, el Consejo Mundial de Iglesias, con más de 100 miembros de la iglesia decidió dejar de invertir en combustibles fósiles, ya que no se ajusta a sus criterios éticos. Este verano las organizaciones religiosas están visitando las instalaciones de las empresas mineras en Chile, Brasil y otros países para comprender las relaciones empresa-comunidad y su impacto ambiental.
¿Qué países llevan la delantera?
La inversión responsable, y en particular la inversión constante de fe, es una práctica conocida en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. En Europa, los países bajos están experimentando el más rápido crecimiento en la inversión de impacto mientras que Suecia tiene mayor crecimiento en las empresas en cuanto a prácticas ambientales, sociales y de gobierno corporativo.