El miércoles de la semana pasada la estatal Codelco realizó la mayor emisión de bonos de su historia en el mercado internacional. La operación fue por US$2.000 millones a un plazo de 10 años.
El spread alcanzado en la ocasión fue de 250pb, bastante más alto al obtenido en las últimas emisiones. A modo de comparación, en la colocación del bono a diez años realizada en 2013 la empresa logró un diferencial de 187pb. Además, en esa ocasión el monto de la operación fue bastante menor (US$750 millones), lo que hace que la diferencia del spread sea aún mayor considerando que las tasas son más bajas con montos mayores.
Pero eso no es todo. Previo a la emisión, los bonos de la compañía con vencimiento a 2023 se transaban con un spread de 200pb. Dado ello y considerando las condiciones de la emisión de la semana pasada, lo lógico era que el papel saliera en 230pb, asegura una fuente del mercado.
La misma fuente agrega que prefirieron no comprar papeles, porque con la situación actual de la compañía no tenía mucha lógica ir. Esto, considerando que tiene un alto nivel de endeudamiento, a lo que se suma la constante caída que ha mostrado el precio del cobre.
De acuerdo a la empresa, la operación atrajo a más de 260 inversionistas y en el mercado se estima que gran parte de los compradores habría estado en Londres.
Sin embargo, los tenedores no habrían adquirido el papel pensando en conservarlo, sino que, dado el bajo precio al que finalmente salió, decidieron adquirirlo para poder venderlo rápidamente.
Y ahí es donde se les complicó el negocio. Al día siguiente, varios operados tenían el mandato de deshacerse del bono; sin embargo, si ya en la emisión no había logrado un buen precio, el jueves menos. El spread de los papeles subió hasta 255pb en menos de 24 horas.
El viernes, en tanto, se calmó un poco la situación y logró bajar hasta 247pb y pese a que en el mercado lo vieron como un mayor ánimo comprador, no habría sido suficiente.