Una serie de irregularidades son las que detectó Juan Moreno en los poco más de 12 meses que alcanzó a desempeñarse como director en La Araucana. Mismos problemas que, según señaló, cuestionó en su momento y que hoy lo tienen a él y al resto de los ex directores y gerente general en el ojo de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) tras la formulación de cargos.

“Estoy tranquilo”, dice Moreno, quien fue el único de los directores que no aprobó los estados financieros de 2014, esto luego de una serie de informaciones que le fueron negadas. El ex directivo explica que solicitó a la administración el detalle de sueldos y beneficios a los empleados de La Araucana debido que “según análisis comparativos que pude revisar en mis primeros meses ejerciendo como director, con los estados financieros de esta caja y los estados financieros de las demás cajas que son supervisadas por la Superintendencia de Valores y Seguros, La Araucana destinó, durante 2014, un 38% de los ingresos anuales en gastos por beneficio a sus empleados, siendo que las otras cajas, en promedio han destinado durante el mismo período, un 25% de sus ingresos en dicho gasto”.

Precisa que “cada vez que solicité al ex gerente general Sr. Mauricio Orleans el detalle de información de remuneración de los ejecutivos me la negó, siendo que Suseso exige transparencia y divulgación de la información desde la administración hacia el directorio”.

Motivos por los cuales en marzo decidió rechazar los estados financieros al cierre del ejercicio 2014, decisión que mantendría en la sesión extraordinaria del 2 de abril cuando la mesa rechazó las salvedades de PwC, a lo que se sumó una “carta enviada al presidente del directorio (en abril), la cual se incorporó en el acta de directorio de marzo de 2015”.

Al mismo tiempo, indica que “no estuve de acuerdo con el comité de auditoría presidido por Antonio Castilla y liderado por el contralor Juan David Quijano, quienes recomendaron al directorio el día 31 de marzo de 2015, firmar los estados financieros sin contar con el informe de los auditores externos, aun cuando ese comité recibió un borrador con salvedades a los estados financieros días antes del cierre del mismo, borrador que no fue compartido con los demás miembros del directorio”.

“El día 2 de abril de 2015, la administración decidió realizar un directorio extraordinario de manera “virtual”, ya que en esa sesión no se reunió presencialmente algún miembro del directorio, para aprobar los estados financieros que contaban con las salvedades de los auditores externos y, a su vez, rechazar esas salvedades debido que en un comité de auditoría también extraordinario  había concluido que las salvedades carecían de materialidad para ser tratadas como tal, enviando luego corresponsales a obtener la firma de cada director para aprobar las actas de esas supuestas sesiones, siendo que en la normativa de Suseso exige a la administración informar con antelación a los directores sobre las citaciones a directorio y su contenido”, detalla

Por eso, apunta a que “la culpa radica en la anterior administración; tanto el gerente general, como la fiscal, el contralor y el responsable de riesgos, no cumplieron con entregar la información necesaria al directorio para ejercer sus funciones”.

Por ello, es que Moreno tiene una visión crítica del gobierno corporativo de estas entidades. “En general se han visto sólo críticas al sistema y ninguna propuesta de mejora, más allá de reestructurar los pasivos financieros, siendo que los acreedores son parte de esta crisis; ellos financiaron los crecimientos desmedidos y sin control de esas administraciones. Critican que las direcciones de las cajas no tienen el conocimiento adecuado, pero sus áreas de análisis no anticiparon lo que hoy es evidente en la información financiera que había disponible en el mercado”.

“No se debe dejar de lado que lo más importante en las cajas son sus afiliados, de hecho ellos son los dueños de las cajas de compensación no los acreedores, por cuanto las soluciones deben ser más profundas que sólo reestructurar las deudas. El foco debe estar en asegurar cómo los directores representantes de empresa y representantes de trabajadores, ejercen el control de la administración de forma bipartita, a través del fortalecimiento en los lineamientos de los gobiernos corporativos y mejorar el acceso al financiamiento de las cajas de compensación, disminuyendo así su dependencia en el sistema bancario y mercado de capitales nacional”, puntualiza.