La esperada recuperación de la actividad en Chile ha tardado en llegar. Con cifras de crecimiento que se ubicarían en torno al 1,5% para el año en 2017, y una inversión en capital fijo que retrocedió durante 4 años consecutivos, el sector de la construcción destaca por ser uno de los más deprimidos. En efecto, el Índice Mensual de la Actividad de la Construcción (IMACOM) ha presentado contracciones durante todo 2017, mientras que el Índice Mensual de Confianza Empresarial de la industria (IMCE) se mantenía en terreno pesimista hasta el dato de diciembre.
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En este contexto, los resultados financieros de las constructoras han sido débiles. En particular, la cartera de proyectos a ejecutar estuvo estancada entre 2014 y 2017. Mientras, los márgenes operacionales de los últimos tres años se ubican lejos de lo que alcanzaban a inicios de la década.
Pese a todo lo anterior, las acciones ligadas al sector de la construcción, mostraron un desempeño superlativo en 2017, en algunos casos triplicando las ganancias del IPSA en el mismo período. ¿Qué explica este notable rendimiento, y que habría que esperar para este 2018?
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Históricamente la actividad de la industria ha tenido un comportamiento cíclico y volátil. Por otro lado, las valorizaciones de estas empresas suelen correlacionar de manera significativa con indicadores como el IMCE. En particular, un alza en los precios de estas acciones anticipa una mejora en los índices de confianza. En este contexto, el triunfo de Sebastián Piñera en las elecciones presidenciales fue tomado por el mercado como un escenario de mayor crecimiento e inversión, lo que explica las fuertes alzas del período post-eleccionario.
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Hacia delante, consideramos que el buen desempeño de las constructoras continuaría. Por una parte, la recuperación de la inversión podría ser más robusta que lo esperado por el mercado (el consenso para 2018 está en 3%) y por otra, los precios actuales estarían incorporando un repunte en los indicadores de confianza a terreno optimista, pero todavía lejos de lo visto en el período 2010-2014 (donde el IMCE de la construcción se mantuvo sobre 60 pts durante 24 meses consecutivos), lo que otorgaría espacio para sorpresas adicionales.
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*El autor es subgerente de renta fija de Inversiones Security.