Ñuñoa es quizás uno de los más emblemáticos, pero está lejos de ser el único caso. Tal como se dio a conocer en PULSO esta semana, el cambio en su plano regulador, que logró congelar los permisos de edificación en ciertas zonas de su territorio, tiene paralizada al 46% de la comuna. Pero son varios los sectores donde eso ha pasado, limitando la densificación en altura.

Este es uno de los ejemplos que toman los expertos para asegurar que se requiere la creación de una nueva figura que coordine la planificación de la ciudad, conocida como el “alcalde mayor”, tal como lo tienen la mayoría de las capitales del mundo.

“Debe haber una autoridad metropolitana que tenga atribuciones intercomunales, porque la ciudad no puede ser gobernada por diversos alcaldes que tienen sus propios intereses y no necesariamente los de la ciudad”, afirma Pablo Álvarez, gerente de Vivienda y Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).

En esa misma línea, surge la iniciativa de La Moneda que busca modificar la Constitución para crear la figura del Gobernador Regional, autoridad electa por medio de un mecanismo democrático que reemplazaría al actual intendente, además de un Delegado Regional, que sería designado por el Gobierno de turno. Ellos se repartirían la administración de la ciudad.

“Una ciudad del tamaño de Santiago requiere de una visión global que tenga una mirada no solamente de las necesidades particulares de un sector, sino que entienda a la ciudad como un problema integrado”, asegura Julio Nazar, docente de la Escuela Arquitectura de la Universidad del Desarrollo (UDD).

Consultados por PULSO, la Intendencia de Santiago declinó hacer declaraciones, aunque el intendente Claudio Orrego ha manifestado públicamente su apoyo a la reforma, calificándola como un importante paso para la democracia.

Plan y visión común

Según expertos, si la nueva autoridad metropolitana se encargara de la planificación global de la ciudad, entre las ventajas estaría un plan común de desarrollo urbano, con una visión de futuro que permita anticiparse a las problemáticas propias del crecimiento demográfico.

“Una sola autoridad que planifique va a permitir racionalizar las actividades de la ciudad, estamos hablando desde todo lo que tiene que ver con los lugares donde puedan vivir las personas, los medios de transporte y tratamiento de residuos”, sostiene el gerente de Vivienda y Urbanismo de la CChC.

Contrastando esta visión, desde la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile aseguran que esta figura ya existe, pero el problema es su falta de autoridad en materia de planificación y la ausencia de normativa al respecto.

“En la unidad correspondiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo hay personajes que pueden asumir ese rol, pero no está establecido normativamente”, explica Alberto Gurovich, director de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. El problema, según explica, es qué tipo de decisiones toma la autoridad y de quién depende. “Si depende del intendente, en ese caso es factible repetir a escala de la región la estructura que tienen los municipios, donde hay un secretario comunal de planificación podría haber un secretario regional cumpliendo la misma función”, añade.

Por este motivo, algunos apuntan a que la nueva figura de autoridad en materia de planificación urbana cumpla una serie de requisitos, para generar una abierta coordinación intercomunal y una planificación a largo plazo como lo hacen países como EEUU o Australia.

“Esta autoridad debe permitir que se coordine con mayor fluidez las iniciativas del sector público, pero que no necesariamente se canalice en la figura de una solo persona, que es el gran temor de muchos sectores”, aconseja Julio Nazar.

Desde el mundo inmobiliario manifiestan su apoyo a la iniciativa y destacan la labor de coordinación que puede ejercer esta nueva autoridad para desarrollar un concepto de ciudad integral, que además permita aprovechar de una manera más eficiente los recursos que se obtengan por la nueva Ley de Aportes al Espacio Público.

“Somos partidarios de una autoridad metropolitana única para darle una coherencia al desarrollo urbano y que cree una idea de ciudad”, afirma Vicente Dominguez, director de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).

Según los expertos y los gremios, la figura de un alcalde mayor o gobernación metropolitana en materia de planificación urbana se hace indispensable para el desarrollo de la ciudad.

“El crecimiento de las ciudades tanto en su extensión como densificación, requiere de planificación a largo plazo. Temas como conectividad, equipamiento o normativas de edificación entre otros, no pueden caer en decisiones comunales”, sentencia Enrique Joglar, gerente de desarrollo de inmobiliaria INDESA.