La llegada de abril no sólo implicó un cambio de trimestre para los mercados, sino también un nuevo período de modernización. Y es que el Depósito Central de Valores (DCV) comenzó con un nuevo sistema denominado Registro Electrónico de Prendas, que reemplazará un trámite que demoraba, a lo menos, cinco días y que incluía la intermediación de los notarios para su efectividad.
“Nosotros mantenemos valores en custodio y sobre ellos existen procedimientos que se entreguen en garantía y para eso se registran prendas sobre valores depositados. Hasta antes de este nuevo servicio, las prendas, tanto la constitución como el alzamiento de éstas, se constituían mediante una anotación física a través de un representante de la notaría”, destaca Fernando Yáñez, gerente general del DCV.
En esta línea, el ejecutivo destaca que dentro de los principales beneficios de este nuevo sistema es que se trata de una operación más eficiente y menos oneroso, considerando que se evitarán los costos asociados al proceso notarial.
“Hay mucha gente que hace operaciones en el mercado y que entrega en garantía posiciones de papeles prendados para comprar una posición de acciones y eso vamos a permitir hacerlo de forma electrónica, de muy fácil acceso. El contar con este sistema obviamente viene a potenciar una alternativa de negocio para todos los participantes del mercado de valores, ya que permite proceder a instruir el registro y alzamiento de prendas sobre valores que se encuentren depositados en cuentas de posición en el DCV, a través de medios electrónicos y con firma digital avanzada”, resalta.
Además, el servicio permitirá emitir de forma automática las cartolas diarias de movimientos, informes y certificados depositados en casilla electrónica, en un tiempo de proceso de instrucciones menor a cinco segundos, sostiene.
Con este cambio, señalan en el DCV, se deja atrás un esquema tradicional y se comienza a posicionar al mercado de valores entre los estándares internacionales, que tuvieron importantes modificaciones luego de la crisis financiera de 2008, donde se estableció la necesidad de mayores garantías colaterales para las operaciones.
“Con el registro electrónico, nos acercamos a las funcionalidades que tienen los mercados desarrollados. Ellos tienen un sistema que llaman collateral account (cuentas de garantía)”, destaca el ejecutivo.
Pese a que el cambio comenzó a regir el 1 de abril, el DCV estuvo enero y febrero realizando pruebas con los bancos, mientras que durante marzo se realizó el set up.
Así, hoy son 15 los bancos e instituciones que están adheridas al sistema. Yáñez agrega que “están muy interesados en la agilidad, la reducción de costos y automatización”. Con todo, el gerente general del DCV afirma que la institución es la encargada de proveer infraestructura para el mercado de valores, por tanto, “esta modernización es parte del cumplimiento de nuestra labor”.