Los principales impulsores de valor del negocio han cambiado significativamente. Anteriormente se daba seguimiento al desempeño del mercado de capitales y a los activos tangibles de una organización. En cambio, hoy  los activos intangibles están fuertemente correlacionados con la plusvalía y el valor de la marca. Entre estos activos se encuentra la investigación y el desarrollo, la gestión de marca, la reputación, la gestión de los factores sociales y ambientales externos, y la licencia social para operar.

Los indicadores financieros históricos no capturan con eficacia la creación de valor a largo plazo de una empresa, sino que sirven como indicadores de desempeño a corto plazo. La nueva mirada sobre  ellos reconoce la importancia del desempeño social y ambiental a través de los mecanismos del mercado, exigiendo que las empresas proporcionen una mayor transparencia en torno a este tema. En este contexto, los reportes de sustentabilidad cobran mayor relevancia a la hora de comunicar la gestión integrada en términos económicos, sociales y ambientales, pero se requiere que tengan un proceso de verificación independiente realizado por una tercera parte, que garantice la veracidad y objetividad de la información reportada.

El Parlamento Europeo, aprobó una directriz sobre la divulgación de información no financiera y de diversidad, el año 2014, ésta requerirá que las empresas mencionadas informen de los permisos ambientales y sociales, relaciones laborales, lucha contra la corrupción, y medidas para evitar casos de soborno. Podrán utilizar los estándares internacionales, europeos o nacionales que consideren apropiados. Algunas alternativas son las directrices del Global Reporting Iniciative (GRI), Directrices del Consejo Internacional de Reporte Integrado (IIRC), Pacto Mundial de las Naciones Unidas, ISO 26000, entre otros.

En junio de 2015, la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) publicó la “Norma para Difusión de Información Respecto a las Prácticas de Gobiernos Corporativos Adoptados por las Sociedades Anónimas Abiertas” N° 385. Esta norma tiene por objetivo, mejorar la información que entregan las sociedades anónimas abiertas en materias de gobierno corporativo, responsabilidad social y desarrollo sustentable.

Los principales puntos que la norma establece son:   Adopción de un modelo de gestión que considere políticas, metas y seguimiento en materia de responsabilidad social y desarrollo sustentable, en base a estándares internacionales como la ISO 26000:2010.  Identificación de Grupos de Interés,  gestión de Riesgos relacionados a Sustentabilidad o Socioambientales, desarrollo de Reporte de Sustentabilidad en base a los Principios y Estándares de Reportes y Difusión de la Global Reporting Initiative (GRI) o estándar de Reportes Integrados (IR).

Bajo esta perspectiva,  las  organizaciones que operan en Chile (y principalmente las Sociedades Anónimas Abiertas) deberán reportar información no financiera, considerando que la gestión integrada de sustentabilidad está mejorando el desempeño bursátil y las condiciones locales de la comunidad.

*Senior manager y líder de sustentabilidad de Deloitte.