El centro de Santiago se está poniendo cada vez más de moda para eventos boutique, especialmente bajo el prisma de la reconstrucción de casas y edificios históricos. Casa Mönckeberg quiere liderar esta tendencia y competir fuertemente con recintos similares. Incluso, ser rival de Las Majadas de Pirque, ubicado en las afueras de la ciudad.

Si bien esta casona se inauguró como centro de eventos hace unos siete meses -tras tres años de arreglos- , 2018 debería ser el año en que se vuelva más competitiva. Considerada patrimonio histórico de Santiago, tuvo una inversión de $250.000.000, lo que permitió la remodelación de sus instalaciones. El proceso estuvo a cargo de la arquitecta Daniela Fuentealba, quien dirigió la transformación en un lugar de eventos culturales, gubernamentales, ejecutivos y empresariales.

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Con una tradición de más de 100 años (ver recuadro), la casa ubicada en la calle Padre Alonso de Ovalle 1545 (con Dieciocho) y cercana a otros edificios patrimoniales como el Palacio Cousiño y el Palacio Ariztía, será escenario de múltiples actividades en los últimos días de febrero y durante marzo. "Con sus tres pisos, diez salones y una espectacular terraza que mira a la Torre Entel e Iglesia San Ignacio, ofrece una completa agenda de actividades propias.

Entre los imperdibles de este verano está por ejemplo el encuentro Wine & Jazz que tendrá lugar el 15 de marzo y será abierto a todo público con entrada liberada", comenta Alejandra Sastre, directora ejecutiva de Casa Mönckeberg

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Inserta en el que fuera considerado el barrio de elite de Santiago a comienzos del siglo XX, su arquitectura tiene características ideales para grabaciones, sesiones de fotos, matrimonios, fiestas familiares y empresariales, además de conferencias, reuniones, lanzamientos, cenas, seminarios, entre otros.

"En las tardes de verano nuestra azotea ofrece una vista alucinante de Santiago, con música en vivo, dj, sushi, tragos y comidas. Este tipo de eventos es una excelente opción para proveedores y eventos de marcas", afirma Sastre, y agrega: "No sólo se trata de un lugar único que mezcla el estilo barroco francés con la arquitectura industrial, sino que también contamos con todas las comodidades para la óptima realización de cualquier tipo de eventos".

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La inversión fue realizada por David Schnell, quien junto a su equipo de trabajo logró mantener en óptimas condiciones la vivienda. Hoy, están realizando alianzas con distintas marcas con el fin de posicionarse en actividades del sector público y privado.

Tras el terremoto de 8.8 grados del 27 de febrero de 2010, la casa sufrió graves daños. Por ejemplo, su tercer piso resultó totalmente destruido. Es por este motivo que la vivienda se mantuvo por un buen tiempo inutilizada. Esto motivó a Schnell a invertir y aprovechar su condición de patrimonio.

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Los próximos desafíos son retomar el aporte histórico que tiene la vivienda. "Es una apuesta para motivar a otros empresarios a embarcarse en estos proyectos. Se trata de un aporte a la ciudad, acercando el patrimonio a los barrios tradicionales", explica Rosario González, encargada del área de marketing de Casa Mönckeberg.