El debate sobre la acusación que hizo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, de la existencia de US$ 5.566 millones de gastos comprometidos sin financiamiento para los próximos cuatro años sumó nuevos actores, ya que enfrentó y dividió a los integrantes del Consejo Fiscal Asesor (CFA). Esta fractura pública no se había visto en anteriores debates, puesto que el consejo se mantuvo siempre bajo perfil. Sin embargo, las últimas cifras presentadas por Hacienda sobre gastos comprometidos sin financiamientos fueron criticadas por tres de los cinco consejeros encabezados por la presidenta de esa instancia y académica de la Universidad Adolfo Ibáñez , Andrea Repetto, el economista y también académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Juan Pablo Medina, y el académico de la Universidad de Chile José Yáñez, mientras que el economista y socio de Econsult, Gonzalo Sanhueza, y el asesor de Grupo Security, Aldo Lema, apoyaron la visión de Hacienda. Los reparos de los economistas apuntaban a problemas de fondo y de forma, puesto que para ellos lo más preciso era calificar de "presiones de gastos" los montos informados por Larraín y, además, cuestionaron el hecho de que solo consideraran gastos eventuales y no ahorros eventuales.
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Los integrantes del CFA reconocen las discrepancias que hubo al interior del consejo, pero aseguran que el debate se ha mantenido en aspectos técnicos y no políticos, descartando cualquier "politización" de esta instancia, que aspira a ser un ente altamente técnico.
El matiz o diferencia que hay al interior del CFA está radicado en la probabilidad que se asigna a que los gastos proyectados se lleguen a materializar. Ahí la visión de Gonzalo Sanhueza y Aldo Lema es que la probabilidad es bastante alta, mientras que el resto le asigna una probabilidad baja. "Esa es la diferencia", indica una fuente que ha seguido de cerca este debate.
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Las declaraciones de Repetto
Otra de las polémicas que se han dado en estos días ha tenido que ver con las declaraciones que hizo Andrea Repetto por los medios de comunicación, criticando los cálculos de Hacienda.
"Apareció comentando por los diarios, sin haber estado en la reunión del consejo del pasado miércoles", dice una fuente conocedora del caso. Las críticas apuntan a que fue precisamente en esa reunión donde Hacienda entregó el detalle de sus cálculos.
El propio ministro de Hacienda, Felipe Larraín, entró al debate y descartó el viernes -cuando presentó el segundo plan de ajuste fiscal por US$ 1.150 millones por año- cualquier división al interior del CFA, puesto que, a su juicio, "hay una sola consejera que plantea claramente que son presiones de gastos y no gastos comprometidos, la posición del resto no es tan clara". El secretario de Estado subrayó, además, que "este tema no es materia de sus atribuciones, porque el CFA debe analizar el balance estructural, por lo que si bien pueden dar su opinión, debemos entender el rango de sus atribuciones".
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Un integrante del consejo criticó las declaraciones de Larraín, puesto que si bien la opinión en esta materia del CFA no es vinculante, "es válida hacer está discusión". En ese sentido, aseveró que "todo este debate apunta a que nos falta bastante por avanzar en la institucionalidad, más allá de la reglas fiscal, porque debemos tener otras instancias para monitorear el comportamiento fiscal a mediano plazo". Otros consejeros señalaron que Larraín "ha sido poco cuidadoso con el vocabulario, y han sido poco prolijos en los cálculos. Si su motivación es política, no es evidente que haya obtenido lo que esperaba en términos de apoyo".
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Precisan que si el CFA hubiera sido autónomo, este tema "no habría generado polémica, porque un consejo con capacidades técnicas e independientes habría acordado la definición y la metodología de cálculo de las presiones de gasto antes de realizar las estimaciones y publicarlas".
El acta clave
Un elemento clave que muestra la división al interior del CFA es el acta de la sesión del miércoles pasado. Por un lado se mencionó que algunos consejeros plantearon que la ciudadanía interpreta de forma diferente lo que significa gasto comprometido. También se mencionó que el concepto "presiones de gasto" es más coherente con las estimaciones realizadas por la Dirección de Presupuesto y que estas no podrían interpretarse como gastos comprometidos. Sin embargo, precisa la minuta, otros consejeros advirtieron que las presiones y compromisos detallados parecen tener un carácter más permanente y apuntar -en el escenario base- a gastos para 2018-2021 mayores a los previstos en el último Informe de Finanzas Públicas. Más allá de la minuta, los consejeros concuerdan que esta semana ha sido una de las más complejas junto con lo que pasó con el cálculo del déficit fiscal estructural en marzo.
Esta polémica, además, se cruza con un hecho clave: el próximo 31 de mayo termina el período de los cinco consejeros. Si bien en Hacienda aún no toman una definición sobre los cambios, una opción es que se remueva a Andrea Repetto, Juan Pablo Medina y José Yáñez, mientras se mantendrían Gonzalo Sanhueza y Aldo Lema. No obstante, todo aún está en fase de definición, la cual debe ser zanjada por el propio Felipe Larraín. Esto, porque, además, la próxima semana el gobierno ingresará el proyecto de ley que otorga autonomía al CFA, por lo que se podría mantener a los cinco integrantes a la espera que se apruebe la nueva institucionalidad y, de esa manera, bajo este nuevo régimen, nominar a los nuevos consejeros. Entre las materias definidas, está la mayor autonomía, definir las atribuciones y su margen de acción, sin embargo, todavía falta por estructurar la forma en que se nominará a los integrantes de este consejo. Esto, porque no está del todo claro que se utilice el mismo sistema de nominación del Banco Central, es decir, que el Presidente nomina y luego el Senado ratifica. Toda la definición está en manos del Presidente Sebastián Piñera. P