Política, política y más política. Ése es el tema que dominará las mayores economías de América Latina este año, y es una buena razón para desconfiar de los mercados financieros de la región, dice el mayor gestor de activos de Europa.
"América Latina es difícil de jugar", manifestó Vincent Mortier, subdirector de inversiones de Amundi Asset Management, en una entrevista en Hong Kong la semana pasada. "Habrá elecciones en México, y probablemente se elija a un partido muy de izquierdas. Brasil también está en el proceso electoral".
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Amundi, que gestionaba 1,45 billones de euros (US$1,8 billones) en marzo, ha reducido sus posiciones de renta fija en Brasil y México a infraponderar desde neutral. "Sin duda, en general preferimos Asia... crédito y renta variable", dice Mortier.
El candidato presidencial populista de México, Andrés Manuel López Obrador, ha escalado posiciones en las encuestas sobre las elecciones de julio.
Barclays Plc ha advertido este mes que su victoria tendría "las consecuencias más negativas" para los mercados mexicanos.
En Brasil, los inversores también se preparan para la agitación política, y la derecha ha vuelto a acaparar protagonismo en el período previo a los comicios de octubre.
Mientras tanto, una caída en el mercado de renta fija de Asia podría ofrecer un mejor punto de entrada a los inversores.
La deuda en dólares de mercados emergentes de la región generó los peores resultados en veinte años en el primer trimestre, debido a un incremento en las tasas de interés a corto plazo que llevó a los inversores a retirar sus apuestas.
"Los fundamentales de estas economías son mejores de lo que solían ser, y la demanda interna también se ha desarrollado" en las naciones asiáticas emergentes, dijo Mortier.
"Estos países son menos dependientes de factores externos, y creemos que serán más resistentes", culminó.