La sustentabilidad comienza a instalarse en la pymes




Viña Emiliana, que por definición comercializa productos orgánicos, tiene un problema:  bajo los estándares de sustentabilidad con los cuales se rige, se autoimpuso el uso de etiquetas cuya tinta sea de materiales orgánicos o reciclados, pero no ha sido fácil encontrar en Chile imprentas que lleguen a ese nivel de especialización entre sus proveedores. Pero están empeñados en lograrlo a como dé lugar.

Este es un ejemplo de cómo las prácticas sostenibles de las grandes empresas están permeando también a sus proveedores, que por lo general son pequeñas y medianas empresas (pymes) o incluso micro empresas.

El tema no es menor si se considera que rubros como el retail, por ejemplo, pueden perfectamente tener más de cien proveedores pymes. Para qué hablar de grandes empresas agroalimentarias y vitivinícolas, donde la exigencia de los mercados internacionales es justamente, que existan prácticas sustentables en  toda la cadena de producción, lo que incluye a sus proveedores. De esta forma, muchas compañías están creando iniciativas de educación para sus proveedores para en conjunto, alcanzar los estándares exigidos.

A nivel mundial, una de las empresas que comenzó a tomarse en serio su relación con los proveedores bajo el paraguas de la sustentabilidad fue Walmart en los años ‘90, creando una serie de prácticas que además de mantenerse hasta hoy, sirvieron de ejemplo a gran parte del negocio del retail, así como de otros rubros.

Otra compañía que también posee una definición global al respecto es Unilever, principalmente mediante su estrategia Plan de Vida Sustentable. Lanzando en 2010, tiene como objetivo duplicar el volumen de su negocio, mientras reducen la huella ambiental. Y claramente, uno de los pilares es su relación con los proveedores y cómo éstos ayudan a esa meta.

Para lograrlo, están, entre varias actividades, realizando una serie de alianzas en tres líneas: ayudar a más de 1.000 millones de personas a mejorar su salud y bienestar; reducir a la mitad el impacto ambiental, provocado por el uso de sus productos; y mejorar los medios de vida de millones de personas que trabajan en torno a su cadena de valor. Y en este último punto es donde entrar sus pymes proveedoras.  La idea es lograr estas metas al 2020.

A nivel local

Aterrizándolo a nuestro país, Walmart Chile posee una serie de iniciativas como por ejemplo, el programa de “Punta a Punta” que invita a los proveedores a desarrollar productos más sustentables, considerando todo el ciclo de vida del producto, desde la obtención de materias primas, pasando por la elaboración, hasta su empaque, transporte y disposición final.

Por otra parte, con el programa Agricultura Sustentable, busca asesorar gratuitamente a proveedores locales sobre prácticas relacionadas con el uso del agua, la energía y el manejo de residuos, entre otros. Además, el Programa de Desarrollo de Proveedores en Sustentabilidad, con fondos de Walmart Chile y Corfo, y ejecutado por Fundación Chile, potencia a un grupo de proveedores de marcas propias y agricultura sustentable.  Por ejemplo, un 100% de los detergentes en polvo de marcas propias son libres de fosfato.

Sodimac es otro excelente ejemplo a nivel local. Mediante un acucioso programa, incentiva a su red de proveedores pymes a cumplir más allá de los requerimientos de la normativa nacional y desarrolla una serie de programas para traspasarles técnicas y conocimientos de sostenibilidad, que incluye incluso, sistemas de capacitación.

Y claramente, las viñas están ya absolutamente insertas en el temas. Incluso, algunas grandes como Concha y Toro, basan su negocio en una serie de iniciativas sustentables, que implican necesariamente a su red de proveedores.

Sebastián Tramón, gerente de Sustentabilidad e Viña Emiliana, cuenta que ellos tratan de apoyar a sus proveedores pymes y microempresas en todo el proceso. “Nos preocupamos de explicarles por ejemplo toda la parte documental del proceso orgánico y apoyarlos al respecto. El año pasado hicimos unos talleres al respecto y nos dimos cuenta que son muy receptivos a este tema en su producción”, comenta y agrega: “Lo importante es generar una relación de largo plazo, así como las confianzas necesarias para trabajar todos de manera sostenible”.

Por eso que es tan importante que este tema esté prácticamente en el ADN de las compañías. Un claro ejemplo es Collahuasi, que en su Política de Sustentabilidad, declara: “Rechazamos todo tipo de discriminación en el desarrollo de nuestra actividad y la de nuestros colaboradores y proveedores (…), “el uso de mano de obra forzada, coercitiva o trabajo infantil, en cualquiera de sus formas y en todos los niveles de la organización y la de su cadena de valor”.

Fair trade

Uno de los conceptos más recurrentes a la hora de hablar de la relación entre grandes empresas y sus proveedores, especialmente cuando éstos son pequeños, es el denominado “comercio justo” o “fair trade”(ver lista), algo clave es que se habla de sustentabilidad en la cadena de valor.

Si bien el término es utilizado mayormente en mercados vitivinícolas, agrícolas y cafeteros, se van crecientemente insertando más productos con esta condición. “Uno de los principios básicos es que dentro de un esquema de sostenibilidad, se pueda lograr la mejor condición de comercialización para los pequeños productores, que son más vulnerables que las grandes empresas a los vaivenes económicos y que además, les es difícil encontrar mercados por sí mismos”, comenta Gerardo Wijnant, director de proyectos de Sostenibilidad y Comercio Justo de Proqualitas.

Incluso, hace menos de  tres años se formó en Chile  la Asociación Chilena por el Comercio Justo, que  tiene como objetivo velar por la existencia de una normativa de Fair Trade establecida, clara y legal en nuestro país, de tal manera que las empresas certificadas como con un sello especial estén sujetas y suscritas a ésta.

“Las empresas grandes están viéndose confrontadas con la necesidad de ser más sostenibles, porque hoy el mercado lo exige, así como lo hace un consumidor cada vez más consciente. Si una empresa realmente se hace llamar sostenible, tendrá que estar preocupada y a hacerse cargo de que sus proveedores, compartan los mismos valores”, concluye Wijnant.

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