Por estos días Argentina realiza de manera inédita un foro de inversión y negocios con el objetivo de poner nuevamente al país en el foco de la inversión extranjera, ya que dados los sucesos de los últimos años este no ha sido especialmente atractivo para los capitales foráneos.

Cuando el Presidente Mauricio Macri asumió su mandato el año pasado, prometió que su programa de políticas liberales lograría generar una ola de inversiones. Por tanto, este encuentro, que algunos han denominado como la “mini Davos”, juega un papel crucial en la búsqueda de esa meta. Y ello resulta más que necesario cuando se tiene una economía que aún está en recesión.

La demanda que tuvo la emisión de deuda soberana de abril pasado y el alza superior al 30% que registra el Merval de la Bolsa de Buenos Aires dejan en claro que la inversión financiera mira con otros ojos a Argentina.

Sin embargo, la duda que subsiste, y que es el gran desafío que tiene por delante el Gobierno, es cómo generar confianza con la inversión directa, aquella que es justamente la que el país necesita para el largo plazo. Dado ello, el Presidente Macri tendrá la difícil misión de que las políticas que adopte para estabilizar la economía logren generar certezas duraderas en los inversionistas extranjeros.