La Terapia de un cabrio

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Objetos de deseo, y parte de aquellos sueños de la niñez, los descapotables están entre los formatos asociados a la diversión, relajo y ocio dentro del mundo de los autos.




Están concebidos como vehículos de dos puertas, aunque hay contados casos de cuatro. Pueden ser biplazas, o de cuatro asientos, con la variante 2+2 que considera dos asientos adicionales traseros de pequeñas dimensiones, útiles para transportar niños, compras o cargas pequeñas, y en último caso, como uso de emergencia para adultos; o bien, suma 2 asientos de aptas dimensiones para estos últimos.

Paradójicamente, los primeros autos no contaban con techo y habitáculo hermético, en una industria que evoluciona para ofrecer lo contrario: cabinas cerradas, en busca de privacidad y aislamiento térmico/acústico, dando pie casi por casualidad el exclusivo y reducido segmento de convertibles, el que se ha incrementado en Chile en los últimos años, en especial, a través de la expansión del segmento de autos de lujo.

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En el mundo se les conoce como cabriolets, o simplemente cabrios, nombre nacido en el siglo XVIII, asociado a aquellas ligeras carrozas diseñadas en Francia de techo plegable, que contaban con dos ruedas y eran tiradas por un caballo, funcionando también como taxis. Proviene del verbo "cabrioler" que significa "dar saltos", cualidad de estos vehículos cuando transitaban por las irregulares calles europeas de antaño.

Temporada de Descapotables

El verano se presenta como la estación asociada a los cabrio, aunque la habilidad de destape puede estar limitada a horas de la mañana y atardecer, debido a que el intenso calor o sol directo obliga al cierre de la cabina y uso de climatización. Así, el otoño y la primavera se presentan como escenarios propicios para circular descapotado durante todo el día, en aquellas localidades con poca lluvia y temperaturas agradables.

Una experiencia y sensación de rodado que invita a la libertad y conexión directa con el entorno, además de amplificar la placentera sensación acústica del motor y alarido proveniente de los escapes en la parte posterior, en especial de aquellos autos de alta performance, razón por la cual la industria se ha empeñado en ofrecer estas variantes en su modelos más radicales, así como también en recientes superautos, resultando en espeluznantes creaciones como LaFerrari Aperta o el Lamborghini Huracán Spyder.

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Recordados exponentes son el Mazda Miata (hoy el MX-5), el descapotable más vendido del mundo, y el Peugeot 206 CC, los que comparten un precio más accequible. Otros clásicos de antaño son el Mercedes - Benz SL de los ´70 y ´80, el BMW Z3 de los ´90, junto a versiones sin techo de modelos como el Volkswagen Golf y Escarabajo (Beetle), además de actuales variantes del Audi A5, BMW Serie 3/Serie 4 y el Mercedes Clase E. Entre las sorpresas, está la metamorfosis aplicada en el segmento SUV, a través del Range Rover Evoque Cabriolet.

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¿Techo Duro o de Lona?

Hoy, prácticamente todos los descapotables cuentan con un sistema de apertura y cierre de techo eléctrico que se acciona mediante un botón, incluso con mando a distancia. El tiempo promedio fluctúa entre 15 a 20 seg. en cada proceso, permitiéndose su operabilidad en movimiento y a una velocidad máxima promedio de hasta 40 - 50 km/h.

Los distintos tipos de techo retráctil pasa por evaluaciones técnicas y tendencias de moda. Actualmente, hay inclinación por el uso de aquellos de lona o blando, apostando por un look más chic y sello distintivo en los modelos, buscando mantener la línea y proporciones originales.

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Los beneficios del techo de lona son el bajo peso y un mecanismo que requiere menos espacio, permitiendo un mayor volumen de carga en el maletero. Sin embargo, la seguridad frente a actos vandálicos es uno de los puntos bajos en el empleo de este material, aunque su resistencia ha mejorado, junto a sus cualidades aislantes.

El techo duro retráctil se caracteriza por sus propiedades antirrobo, a la par de un auto convencional. Su estructura es más pesada y por lo general contempla tres piezas plegables que necesitan de un mayor espacio para guardarse, obligando a cambios en la estructura y forma de la carrocería.

Ingeniería y Refuerzos

Los cabriolets cuentan con refuerzos adicionales en la estructura de su chasis o plataforma para aumentar su resistencia y "torsionalidad", lo que eleva el peso en un promedio de 10% respecto a la variante de cabina cerrada, con el foco en nuevos materiales ultraliviano que han reducido ese incremento. Esto, entendiendo que un vehículo es sometido a fuerzas opuestas extremas, donde el techo, y los pilares A (parabrisas), B (tras las puertas delanteras) y C (luneta) actúan como soportes de la unidad, los que están ausentes en un cabriolet, razón por la cual la ingeniería juega un rol fundamental en esta transformación que busca igualar el comportamiento, un avance tecnológico que pasa desapercibido bajo la carrocería, como muchos otros fundamentales en el desarrollo de un auto.

La seguridad frente a un volcamiento es la principal preocupación relacionada con los convertibles. Los sistemas antivuelco van desde una estructura indeformable del parabrisas, el que funciona junto a la clásica barra central dispuesta en modelos más antiguos o aquellos de configuración "targa" (ver recuadro). Están los pequeños arcos antivuelco que siguen la línea tras los respaldos de los asientos, además de barras escondidas detrás de la cabina, las que se despliegan automáticamente y en milésimas de segundos al momento de un accidente.P

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