“Fue una conversación con altura de miras y en que ningún ministro venía con una idea preestablecida”, comenta una fuente del Ministerio de Medio Ambiente, para referirse al extenso Comité de Ministros que dejó sin efecto el permiso ambiental de HidroAysén.

En la reunión que fue presidida por el  titular de la cartera, Pablo Badenier, cada uno de los ministros expresó sus dudas sobre las 35 reclamaciones y las señales de unión que se debían entregar tras el rechazo al proyecto controlado por Endesa (filial de la italiana Enel) y Colbún, ligada al grupo Matte.

¿La principal preocupación de la mesa? No dar una señal que permitiera establecer que el gobierno de Michelle Bachelet le bajaba el pulgar a la hidroelectricidad. Luego de que los abogados del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), Carlos Sepúlveda, Rodolfo Riveros y Paula Gajardo, enumeraran cada una de las reclamaciones y pusieran a disposición de los secretarios de Estado las resoluciones, comenzó el diálogo.

Para el ministro de Energía, Máximo Pacheco, un punto relevante que se debía remarcar el gobierno tras el rechazo a HidroAysén, es que la tramitación ambiental de proyectos se iba a estudiar caso a caso y que la decisión de dejar sin efecto el permiso no implicaba una política de Estado contra los grandes proyectos, ni mucho menos contra la presencia del agua en la matriz energética. Y esa fue la señal que dio el titular de energía desde que salió del Comité.

¿No cree que la decisión genera una mala señal a las inversiones que se quieren hacer en el futuro en la región en hidroelectricidad?, le preguntó PULSO a Pacheco. “Por el contrario. Creo que lo que hemos hecho hoy es un acto que ha demostrado que el Comité de Ministros ha tenido toda la personalidad, postura y valentía para enfrentar un tema que se ha ido postergando en Chile por años”, dijo Pacheco, quien luego lanzó sus dardos contra la iniciativa.

“El proyecto HidroAysén adolece de faltas importantes en su ejecución al no tratar con el debido cuidado y con la debida atención, los aspectos relacionados con las personas que ahí viven y con la gente que es impactada con este proyecto”, recalcó.

El Rol del coordinador
La especialidad de Pablo Badenier es la tramitación ambiental de proyectos, por esta razón el rol del presidente del Comité de Ministros fue clave a la hora de explicar en detalle cada reclamación abordada por los abogados del SEA.

Según expresaron algunos secretarios de Estado a la salida de la reunión, la labor del biólogo marino de la Universidad de Valparaíso, fue clave a la hora de complementar y “aterrizar” los elementos que inclinaron la balanza en contra del proyecto controlado por Endesa y Colbún. Badenier también siempre marcó el contrapunto con el gobierno anterior.

“La tramitación de este proyecto fue una tramitación larga y que se prolongó más allá de lo conveniente. Creo que haber prolongado más de dos años y medio el pronunciamiento sobre recursos de reclamación, daña la institucionalidad ambiental”, criticó Badenier, en referencia al manejo de la administración anterior con HidroAysén.

Las preguntas de Céspedes
Otro ministro que tuvo una activa participación en el comité desarrollado en el edificio de Calle San Martín, fue  el titular de Economía, quien expuso la necesidad de que la determinación del Comité debía ser sólida en cuanto a elementos administrativos y legales.

Céspedes también expresó su inquietud sobre el fallo que de la Corte Suprema que rechazó los recursos de protección contra la iniciativa que esperaba inyectar 2.750 MW al Sistema Interconectado Central.

Otra interrogante que fue rápidamente zanjada por los equipos jurídicos del SEA, fue la relativa a los caminos que podría tomar HidroAysén tras la anulación de su permiso ambiental. La respuesta llegó a la mesa de los ministros: “Si quieren impugnar el acto del Comité de Ministros anterior deberán acudir al Tribunal Ambiental de Santiago; si quieren apelar a la decisión de dejar sin efecto la RCA, deberán apelar al Tribunal de Valdivia”, expresó rápidamente un asesor de la mesa ministerial.

En cuanto a las reclamaciones que tomaron más tiempo a la hora de ser analizadas, la relativa al Medio Humano y Plan de relocalización fue una de las que concitó mayor curiosidad por parte de los ministros participantes.

En ese sentido, la opinión de la Ministra de Salud Helia Molina fue similar a la de su antecesor, Jaime Mañalich, quien cuestionó el cómo la empresa abordaría “el componente humano” en el área de influencia del proyecto. “Salud ha sido súper consistente respecto a este proyecto. Salud rechazó el proyecto en el año 2011. También durante el gobierno anterior el seremi de salud lo rechazó, porque para salud este proyecto genera un alto impacto”, expresó.

Por su parte, la ministra de Minería, Aurora Williams, mostró su preocupación por las señales que se estarían entregando a los inversionistas.