La violencia en México pone en riesgo las reformas y el comercio

"¿Qué está pasando con las limas?" preguntó Agustín Carstens, gobernador del banco central de México, porque el alza de la fruta en Michoacán, la principal región productora de lima, influyó en la inflación del país.

Los productores pasaban a los consumidores el costo de la extorsión de los Caballeros Templarios, un cartel que ha convertido a Michoacán en un "estado fallido".

El apodo nació la semana pasada, cuando el presidente Enrique Peña Nieto envió al ejercito a Michoacán por tercera vez en un año para intentar recuperar el control de un estado al borde de la guerra civil.

La situación de Michoacán ha llegado a los titulares internacionales, lo peor que le podría pasar a un presidente que ha pasado un año evitando hablar de la seguridad y promoviendo un nuevo sector energético listo para la inversión.

"Cuál es el punto de la reforma energética y todas las demás si el país enfrenta este nivel de inseguridad", dijo José Antonio Ortega, cuya ONG, Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, publicó un reporte en diciembre que decía que 207 municipalidades y dos estados (Michoacán y Tamaulipas) clasificarían como "estados fallidos". Según este, el número de municipalidades "fallidas", donde el crimen tiene poder e inmunidad, se ha duplicado en el gobierno actual.

Nueve ciudades de México están en el ranking de la ONG de las 50 ciudades del mundo con más asesinatos, y la información oficial muestra un aumento de secuestros y extorsión.

México ha logrado recuperar la seguridad perdida otras veces: la fronteriza Ciudad Juárez fue apodada la "ciudad de la muerte" al liderar los ranking mundiales de homicidio, pero una renovada fuerza policial ahí y en la capital industrial de Monterrey ayudó a revertir las cosas. Los funcionarios están ahora asesorando a la policía de Michoacán.

Peña Nieto ha designado a un mediador de confianza, Alfredo Castillo, como el hombre del estado en Michoacán; se han cambiado a los funcionarlios de seguridad, y Castillo prometió un cambio "radical" pronto. El gobierno también anunció la búsqueda del cabecilla de los Templarios Servando "La Tuta" Gómez Martínez, y otros cinco líderes.