Con preocupación ven desde el FMI la posibilidad de una guerra comercial protagonizada por Estados Unidos si el Presidente de ese país, Donald Trump, cumple con su anuncio de aplicar aranceles de 25% a las importaciones de acero y aluminio.
La directora gerente del organismo, Christine Lagarde indicó que nadie gana con una posible disputa comercial y que el efecto en la macroeconomía sería grave si otros países deciden también aplicar aranceles como represalia.
"El impacto macroeconómico sería grave, no sólo si Estados Unidos toma medidas, sino especialmente si otros países tomaran represalias, principalmente los más afectados como Canadá, y dentro de Europa, Alemania en particular", sostuvo Lagarde.
Agregó que "en una llamada guerra comercial, impulsada por incrementos recíprocos de los aranceles a la importación, nadie gana, uno generalmente encuentra perdedores en ambos lados". Por otro lado, manifestó que esperaba que Trump no implemente los aranceles.
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El brazo ejecutivo de la UE, que discutirá el miércoles posibles medidas de represalia, ha elaborado una lista de productos estadounidenses a los que aplicar aranceles si Trump sigue adelante y ejecuta la medida. La ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, señaló que la UE elevaría la amenaza arancelaria a la OMC.
"No estamos contentos con esto", dijo Loiseau a Radio Classique. "Europa ya no puede darse el lujo de ser ingenua y pasiva frente a este proteccionismo agresivo", añadió.
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Lagarde, no obstante, dijo que Trump podía tener motivos para amenazar con la imposición de aranceles ya que había "algunas buenas razones" para protestar contra la situación actual.
"Hay algunos países en el mundo que no respetan los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio y que imponen transferencias de tecnología. China es un ejemplo de ello, pero no es el único país con tales prácticas", dijo la jefa del FMI.
Pero agregó que el comercio internacional es un motor para el crecimiento, la innovación y la competitividad y advirtió que cualquier amenaza al comercio era riesgosa para la expansión mundial. Lagarde dijo además que tenía la impresión de que la Casa Blanca no había pensado en los riesgos de represalias.
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Por otro lado, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, respondió a las afirmaciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre que las guerras comerciales son "buenas y fáciles de ganar", y advirtió de que en realidad son "malas y fáciles de perder".
"El presidente Trump ha dicho recientemente, y cito, que las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar. La verdad es la contraria: las guerras comerciales son malas y fáciles de perder", advirtió Tusk, en referencia a un mensaje del mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter.
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Durante la presentación de los principales puntos del borrador de directrices negociadoras sobre la relación de la UE y el Reino Unido tras el "brexit", el presidente del Consejo advirtió de que el reciente anuncio de Trump de su intención de imponer aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio supone "un riesgo de una disputa comercial seria entre EEUU y el resto del mundo.