Sólo en un país como China un crecimiento de casi 7% anual podría ser considerado un colapso en el mercado. Pero cuando se trata de las ventas de autos de pasajeros en China -que subieron 6,9% en el año terminado en octubre- los niveles de crecimiento que serían bienvenidos en cualquier otra parte son vistos como decepcionantes.
Con las automotrices extranjeras haciéndose cada vez más dependientes de las ventas en Asia para impulsar la debilidad a largo plazo en sus propios mercados, cualquier recorte del estratosférico crecimiento de China probablemente calificaría como malas noticias. En los últimos cinco años, China contribuyó con un tercio del crecimiento global en las ventas de vehículos, plantea Bill Ruso, ex director de Chrysler en China y asesor de la consultora Booz & Co.
Pero el nuevo modelo de crecimiento desacelerado no va a desaparecer pronto, según expertos del mercado.
El crecimiento de 46% en 2009 y el 32% de incremento en 2010 catapultó a China continental a la posición del mayor mercado automotor del mundo varios años antes de lo anticipado.
El año pasado, sin embargo, las ventas de autos de pasajeros subieron sólo 5,2%, mientras el ritmo de ventas de autos en lo que va del año se han acelerado sólo levemente a 6,9%. Aún así, China vendió un total de 18,5 millones de vehículos el año pasado, en comparación con los 12,8 millones de vehículos livianos vendidos en Estados Unidos.
Russo proyecta que el crecimiento de las ventas de autos de pasajeros caerá desde el 25% promedio de la década antes de 2010, a entre 5% y 8% para la próxima década.
Tal como el gobierno de Beijing, que piensa que menos crecimiento frenético es bueno para la economía china en general, la mayoría de los ejecutivos de la industria automotriz dan la bienvenida a un menor crecimiento, e insisten en que todavía hay muchos consumidores chinos ansiosos de comprar su primer auto.
Con más de 150 ciudades con una población de por lo menos 1 millón de personas, y el grueso de la población china viviendo en ciudades fuera de las áreas costeras desarrolladas, expertos del mercado automotor esperan por lo menos un crecimiento de un dígito para el futuro cercano. La pregunta no es quiénes serán los compradores, sino quiénes serán los vendedores.
Los fabricantes locales han pasado tres décadas intentando (con la ayuda de Beijing) de convertirse en verdaderos rivales para los fabricantes de EEUU, Europa, Japón y Corea del Sur, que dominan el mercado chino.
Sin embargo, en los últimos años, las automotrices locales han perdido, en vez de ganado, participación de mercado en China y ahora tienen menos de 30% del mercado. Previamente, ellas dominaban el mercado ultra competitivo y de bajo margen, pero los fabricantes occidentales han irrumpido con modelos pequeños.
Los fabricantes japoneses recientemente han perdido participación de mercado debido a las manifestaciones anti japonesas en varias ciudades de China, provocadas por una disputa territorial entre Beijing y Tokio que parece lejos de resolverse.
Los principales beneficiarios del declive japonés parecen ser los fabricantes occidentales y coreanos, cuyos productos son vistos como mejores sustitutos debido a su reputación de calidad.
“Tomará un largo tiempo establecer la creencia de los consumidores de que los autos japoneses están a la moda”, sostiene Russo.
Si bien los extranjeros acaparan el mercado cedido por los japoneses, los fabricantes locales todavía son vistos como competidores principalmente por precio, pese a sus recientes esfuerzos por ser algo más exclusivo.
Lin Huaibin de IHS Automotive en Shangai dice que la percepción relativamente pobre del mercado respecto de las marcas chinas ya no tiene mérito. “Mucha gente está pesimista acerca de las industrias de equipamiento original de China, pero la calidad de estas empresas está mejorando y la brecha se está acortando con las marcas extranjeras”, aseguró recientemente en una conferencia de la industria en Shangai.
“Pero tienen una pobre imagen de marca y tomará tiempo que los consumidores entiendan ese salto de calidad”, puntualiza.
Mientras, a medida que las ventas de automóviles en China continental se desaceleran y la competencia con las automotrices extranjeras se intensifica, las locales están volcándose a mercados extranjeros para tomar el relevo.
Han respondido elevando las exportaciones a algunos de los mercados menos buscados, como Irán e Irak, con las exportaciones en lo que va del año subiendo 27%. Además, se espera que el gigante asiático venda 1 millón de vehículos en el extranjero este año.
Pero para transformarse en actores globales en la industria automotriz -como Beijing ha querido ser por largo tiempo- las automotrices chinas todavía deben encontrar una manera de quedarse con una tajada en el mercado automotor mundial.
Ejecutivos de la industria automotriz estiman que los fabricantes locales no tendrán ni siquiera la mitad de este mercado en el futuro cercano. Pero, de nuevo, nadie habría predicho hace cinco años que China llegaría tan rápido a ser el país con mayores ventas de autos del mundo. El mercado chino ha confundido a los mejores pronosticadores en los últimos años, y esta vez podría no ser diferente.
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