Hasta el siglo pasado, la forma que teníamos de acceder a información era por medio de las bibliotecas. Edificios antiguos y románticos donde reinaba un silencio sepulcral. Sin embargo, la irrupción de internet y de los buscadores como Google, básicamente descentralizaron y democratizaron el acceso a la información, haciendo muy fácil y barato encontrar los datos o noticias sin movernos del escritorio.
Durante los últimos años este modelo descentralizado se ha expandido en el mundo de los activos, partiendo por el más básico, el dinero. Aquí el modelo que ha imperado por siglos se basa en registros centralizados de cuentas, donde se anota la titularidad del activo. En este rol destacan los bancos y custodios en general, similar a la función de las bibliotecas.
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Pero, cómo pasamos desde aquí al fenómeno de los bitcoins. El bitcoin es un tipo de criptomoneda que se basa en la tecnología blockchain. Esta permite ahorrarse muchas de las funciones de los actuales intermediarios, distribuyendo los registros y transacciones en un sinnúmero de nodos conectados entre sí, lo que hace casi inviolable la seguridad de la información. El bitcoin es un ejemplo vivo de que los activos comenzarán a descentralizarse en términos de propiedad y negociación. Esta irrupción de las criptomonedas se vislumbra como el inicio de la segunda gran revolución de internet, después de la democratización de la información.
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En esa línea, comenzaremos a escuchar cada vez más del término "tokenización", lo que significa la digitalización de los derechos sobre un activo físico o financiero tradicional y su configuración en un blockchain, facilitando su transacción pública. No estamos muy lejos de aquello con las actuales facultades legales que poseen los depósitos de valores y las bolsas de productos locales en desmaterializar activos. Por ejemplo, la Bolsa de Productos de Chile titulariza (desmaterializa y divide) facturas y ganado vivo para facilitar su transacción bursátil. Así como la época de las bibliotecas como centros de sabiduría está quedando en el pasado, la era de los registros centralizados está en plena transformación, y nadie sabe dónde terminaremos.
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Christopher Bosler - Gerente general Bolsa de Productos