Café, trigo, oro, cobre, plata, petróleo, arándanos, manzanas, tomates y sandías. Son parte de una larga lista de productos que se instalan como reyes de la economía regional. Bienes que, pese a su escasa producción, figuran como los más importantes en los ingresos de cada uno de los países de América Latina.
Una tendencia que ha ido declinando en el tiempo, compartiendo su poder real con proyectos y/o productos de mayor complejidad. Escenario que a juicio de los expertos, se ha sustentado gracias a las políticas de innovación y emprendimiento desarrolladas por los estados regionales, los cuales buscan hacer de sus países, naciones menos dependientes de los commodities y abiertas a un mercado exportador de ideas y mentes creativas.
Ejemplo de ello es lo ocurrido durante los últimos años, donde los gobiernos latinoamericanos han invertido en mejorar la institucionalidad y perfeccionar sus políticas de apoyo para la innovación. Así lo indica el estudio "Startup América Latina: Promoviendo la innovación en la región", realizado por la OCDE en 2013: "Están introduciendo y fortaleciendo mecanismos de apoyo a las startups, tanto a nivel de financiamiento como de servicios de asesoría en el desarrollo de capacidades empresariales".
Proceso que se transparenta en programas como Start-Up Perú, Start-Up Colombia, Start-Up México y Start-Up Chile a nivel local, entre otros.
En el caso de Start-Up Perú, esta iniciativa cumplió este mes recién un año desde su puesta en marcha, abriendo su primer concurso en diciembre de 2013. Con la convocatoria aún vigente, el programa espera seleccionar 24 proyectos en abril a la espera de que cada uno de ellos tenga éxito a fin de año.
"Nos queda claro que América Latina cuenta ya de una presencia que mediante los esfuerzos de todos, México, Colombia, Péru, Chile y Brasil, ha generado que inversionistas de otros ecosistemas nos pongan atención. Esta conexión con el mundo, va a ser más fácil si empezamos a trabajar bajo este eje y creo que por ahora estamos en la dirección correcta", señala.
Además, reconoce la instalación de una generación de emprendedores jóvenes, los cuales poseen una visión más amplia, compitiendo no sólo en la región sino con Asia y EE.UU.
En esta línea, el estudio de la OCDE reconoce que dicho impulso es consecuencia de las políticas públicas que actúan en la oferta como el capital semilla, usado tanto en Colombia, Perú como en nuestro país.
ALTAS EXPECTATIVAS
Sin embargo, el organismo internacional advierte que la creación de estos emprendimientos "suele encontrar barreras legales, sobretodo en naciones cuyas economías están en vías de desarrollo".
Suma también, la escasez de conocimientos técnicos del investigador o del innovador, junto a su débil capacidad de gestión empresarial.
Tim Delhaes, director de First Tuesday y del Founder Institute agrega que a nivel regional, la pelea se ha llevado siempre entre Chile y Argentina. Pero, estima que aún es muy temprano para masificar la inversión de los capitales ángeles en el país.
"Se han generado altas expectativas a nivel local, principalmente en Start Up-Chile donde hay muchos fondos de inversión, bastante dinero que no se va ha invertir o se va invertir mal. Especialmente porque está subsidiado por Corfo", precisa el experto.