Ley pareja no es dura

A propósito de diversas situaciones, en distintos ámbitos, es importante promover una administración de justicia pareja. Este ciudadano espera que la investigación respecto de los procesos vinculados al financiamiento de la política llegue hasta las últimas consecuencias y los chilenos comunes y corrientes podamos saber quién financió a todos los senadores y diputados. Que así como se analiza el mail de Carlos Eugenio Lavín al diputado Ernesto Silva, también se den a conocer mails de diputados y senadores oficialistas y sus contactos con empresarios, pues como gobiernan son más relevantes. ¿O algún incauto pensará que el mail citado es excepcional? No tengo dudas de que hay cientos, miles de mails y muchas reuniones entre empresarios y parlamentarios. ¿Nos quieren hacer concluir que todos los parlamentarios de izquierda son ricos o que solo se financiaron de manera legal?
También me refiero a la manera en que la prensa prejuzga y condena, en una curiosa paradoja donde los accionistas controladores de muchos medios son considerados de derecha, pero quienes “cocinan” la noticia son periodistas de izquierda. Si vamos al análisis de las noticias, en especial algunos canales de televisión, condenan y juzgan de manera apresurada y muchas veces falseando información, la que después es muy difícil contradecir o corregir, y cuando el error se hace evidente, no lo aclaran.
Si analizamos los procesos judiciales de militares privados de libertad, sin duda alguna se los priva de sus derechos, al compararlos con procesos a terroristas de izquierda. En materia de justicia, en la Araucanía siguen los ataques incendiarios y las amenazas a los legítimos dueños de predios agrícolas y la justicia tarda y no llega. En un arranque de “inteligencia”, alguien en el Gobierno sugiere un seguro para las víctimas de la Araucanía. ¿Será un chiste? En materia laboral, ya es habitual que los jueces fallen en favor del trabajador y no del empleador. Está de moda “proteger” al trabajador y “destruir” al empleador. Todos estos elementos hacen que la justicia, a la cual aspiramos todos los ciudadanos, pierda su razón de ser. En Cuba desde el año 1959 nadie le gana un juicio al Estado. En Venezuela quien ejerce el rol opositor, va preso. Tenemos que cuidar la independencia del Poder Judicial y hacer todo lo posible para que la generación de autoridades judiciales no se supedite al poder político de turno.
No es bueno para Chile que existan jueces de izquierda o de derecha, se requiere de jueces justos e imparciales, que tengan conocimiento, sean valientes y honestos. Ni más ni menos. Igual argumentación debe primar para elegir a los funcionarios de organismos fiscalizadores, que deben ser elegidos por la vía de la Alta Dirección Pública, evitando presiones de parlamentarios o del Poder Ejecutivo. La verdadera democracia debe ir acompañada de una administración de justicia libre de presiones, con total independencia e imparcialidad. La justicia debe también administrarse sin considerar aspectos de raza, religión o situación económica de los imputados. Vivir en un barrio acomodado, ser trabajador o empresario, no puede incidir, ni a favor ni en contra, en un proceso. Las redes sociales se han especializado en linchar, muchas veces sin argumentos, antes de que la justicia haga su trabajo. Lo malo de esto es que los jueces empiezan a tener temor si su fallo va en contra de lo que opina la masa vociferante, no pocas veces ignorante y escudada en el anonimato. Hoy en Chile el imperio de la ley no está garantizado.
*El autor es ingeniero comercial de la Universidad de Chile (amjpulso@gmail.com).
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