El fuerte crecimiento que ha tenido la llegada de inmigrantes a Chile y que hoy suman unos 800 mil ha comenzado a tener impacto en los ingresos fiscales. Esto, porque los extranjeros para ingresar a Chile deben pagar por los derechos para acceder a cualquier tipo de visa, solicitar la residencia definitiva, o bien para lograr la carta de nacionalidad.
De acuerdo a datos del Departamento de Extranjería y Migración, entre 2010 y 2017 la recaudación por este concepto totalizó $130 mil millones, es decir unos US$216 millones con un tipo de cambio de $603,5. Esto sin incluir el aporte que hacen por el pago del impuesto a la renta que llega a unos US$490 millones anuales.
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Los US$200 millones se alcanza por dos fuentes de ingresos. Primero, el concepto de beneficio que engloba visas (estudiantes, turistas, laborales), residencia definitiva y carta de nacionalidad, la que durante los últimos ocho años recaudó $114.958 millones. La segunda vía de ingresos es por el pago de sanciones y multas, las que en el mismo período totalizó $15.563 millones. Sumando ambos conceptos y al desglosar por año, se aprecia un incremento empinado y constante, desde los $5.475 millones recaudados en 2010, a los $30 millones en 2017.
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Este aumento de los ingresos va en línea con el alza de inmigrantes que vienen a buscar una oportunidad laboral en Chile, elevando el número de visas laborales. Es más, entre 2010 y 2014 la cifra anual aumentó 144%, al ir de 36.987 a 90.362. Mientras que sólo en 2015 el mercado laboral extranjero creció 21,7%, llegando a casi 110 mil personas trabajando formalmente en Chile. En 2016, en tanto, 141 mil visas laborales. Las cifras para 2017 todavía no son publicadas por el Gobierno.
El ex jefe del departamento de extranjería, Rodrigo Sandoval, señaló que la principal conclusión que se pueden sacar de esta cifra es que los inmigrantes aportan mucho más de lo que el Estado gasta por ellos. "En los costos administrativos de las tramitaciones de los permisos de residencia se replica la regla general en materia de migración, y esto es que los migrantes aportan mucho más de lo que el Estado invierte en ello", dijo.
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Asimismo, precisó que "lo que nosotros constatamos es que los costos que tiene el sistema de extranjería del Estado no son muy inferiores a la cantidad de dinero que los mismos extranjeros entregan para efectos de esta tramitación, en otras palabras, los extranjeros a partir de estos permisos migratorios subsidian en demasía lo que es la acción del Estado".
Para aumentar la recaudación por este concepto, Sandoval recomendó que "se debe eliminar las barreras de entrada al mercado laboral que tienen los extranjeros tanto del punto de vista de sus permisos migratorios como los problemas que tienen para que regularicen sus títulos profesionales, ya que la lentitud de este proceso hace que quienes entren al mercado laboral lo hagan trabajando en otras labores que no son de sus profesiones".
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