Volatilidad. Esa es la palabra que mejor resume el desempeño de los mercados financieros en 2016, según los departamentos de estudio, donde concuerdan que después de un año sorpresivo, 2017 seguirá marcado por la incertidumbre. ¿El peak de volatilidad? No fue Trump. De hecho, las elecciones de EEUU no están ni en el top 10 de los días más movidos. La mayor alza diaria fue el 24 de junio: se conoció el resultado del Brexit y el VIX subió 49%.
El dólar es el mejor reflejo de lo que fue el 2016: un año marcado por inestabilidad externa en términos financieros, económicos y políticos, dice Nathan Pincheira de Banchile, quien explica que el mercado se acostumbró este año a algo nunca antes visto: fluctuaciones diarias de más de 1%. “Al parecer, es la nueva realidad de las monedas”, dice. El año partió con una apreciación del peso chileno (enero fue su máximo: $731,46), pero se fue depreciando hasta tocar mínimo en agosto ($642,9).
El 2016 comenzó con estimaciones para el cobre cayendo en picada. De hecho, durante 2015 Credit Suisse anticipaba que iba a estar en US$1,60 la libra, lo que finalmente no ocurrió. Pese a que tocó su piso el 15 de enero (US$1,95), el metal se encamina a cerrar con un promedio anual de US$2,20 la libra. Es más, el 28 de noviembre tras el triunfo de Trump y una mejora de las perspectivas en China, el metal tocó su mayor valor del año: US$2,69 la libra en la Bolsa de Metales de Londres.
El mundo partió el año con altas tasas, con los bonos del tesoro de EEUU a 10 años en 2,24% el 4 de enero, pero fueron bajando hasta tocar su mínimo del año el 7 de mayo (1,37%), niveles que se mantuvieron hasta el triunfo de Trump, en noviembre. ¿El máximo? 16 de diciembre, cuando llegaron a 2,6%. En Chile los movimientos de la curva fueron los mismos hasta ahora, ya que se desacoplaron tras las estimaciones de IPC: las tasas largas -en BCU y BCP- están retrocediendo.
Un aumento en las emisiones de bonos fue lo que trajo el 2016: la alta demanda por activos de renta fija tras el aumento de afiliados que se cambiaron al fondo E fue lo que impulsó al sector. Con todo, las colocaciones corporativas de este año superaron a las del anterior, donde el segundo semestre anotó la mayor cantidad de emisiones. De hecho, no sólo aumentaron las colocaciones, sino que también lo hicieron los montos colocados: son los mayores desde el 2009, según Ameris Capital.
A nivel de renta variable, el 2016 marcó un cambio de tendencia en términos de montos transados, pues subieron tras años de caídas. Un año que Aldo Morales, analista de BICE Inversiones, define como “de transición positiva”. Esto, explica, porque aumentaron las negociaciones en la principal plaza del país. Además, la valorización del mercado en general subió, con un crecimiento de utilidades de doble dígito para las compañías. Con todo, el IPSA ha subido un 10,3%.