El reloj del tablero empieza a contar de 60 a cero y, de la nada, la bocina del auto empieza a sonar. El conductor mira sin poder hacer nada cómo los ciber criminales montan un ataque "autodestructivo", matando el motor y bloqueando las puertas de los pasajeros.
Esta no es una escena de una película de Hollywood, sino un escenario probado por los investigadores de la Universidad de California, San Diego y la Universidad de Washington.
Su estudio de campo sugirió que los autos podrían un día convertirse en víctimas de ciber ataques que comprometan los sistemas electrónicos y pongan en peligro la seguridad de los pasajeros.
Hace mucho tiempo que los autos dejaron de ser sólo máquinas mecánicas y ya contienen una cantidad enorme de sistemas electrónicos controlados por miles de líneas de código de software que retransmiten datos críticos acerca de las redes computacionales a bordo.
Dado que los vehículos están integrados con los celulares y tienen acceso a internet, conexiones de bluetooth, servicios de entretención, aplicaciones descargables, entre otros, hay un riesgo de que puedan sufrir los mismos virus y ataques maliciosos que perjudican a otros sistemas de TI. A diferencia de un computador, donde el mayor riesgo recae en la pérdida de datos, un ciber ataque en un auto podría significar la pérdida de una vida.
Los fabricantes y proveedores dicen que este es un problema sólo teórico por ahora y que no hay casos conocidos de que un ataque provoque un choque automovilístico.
Los autos también son un blanco menos atractivo para los hackers que, por ejemplo, un banco y hay formas más fáciles para que los criminales perjudiquen un automóvil que hackearlo.
Sin embargo, los hackers a menudo no están motivados por una razón financiera, sino sólo por mostrar su capacidad para violar un sistema.
"Estamos muy conscientes de que tenemos que construir firewalls en los sistemas. A medida que los autos obtienen puntos de WiFi… hay más y más posibilidades de intrusión", plantea Hans Roth, director de marketing tecnológico en Harman, el proveedor de audio y entretención para automóviles. "No queremos que ese tipo de cosas pasen".
Los fabricantes y proveedores han identificado algunas formas de proteger los vehículos de los hackers. Una es mantener las unidades de control de seguridad como los frenos anti bloqueo y los controles del motor en una red separada de las relacionadas al entretenimiento, por ejemplo.
Un vocero de Ford sostuvo que "la seguridad y privacidad de nuestros clientes es soberana" y por lo tanto, las actualizaciones de software están encriptadas. Por su parte, Daimler tiene un equipo de trabajo enfocado exclusivamente en la seguridad TI de los automóviles y también encarga auditorías externas para testear sus vehículos en busca de vulnerabilidades.
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