Espantoso.
-Así es. Espantoso.
Una obsesión ridícula con las metas.
-¿Estás seguro? Miremos lo que pasó. Hace unas semanas, la Comisión de Calidad de la Salud, un ente regulador de salud y seguridad social de Inglaterra, publicó un reporte sobre el tratamiento de pacientes con cáncer en el Hospital Clínico de la Universidad de Colchester (CQC, por su sigla en inglés). La Comisión ha pedido a un regulador diferente, Monitor, que ponga al hospital bajo "medidas especiales".
¿Qué tienen de especiales?
-En realidad, nada. Depende de los reguladores definir lo que quieren decir. Pero en julio fueron introducidas para 11 hospitales luego de una revisión sobre por qué las tasas de mortalidad eran muy superiores en hospitales como Mid Staffordshire que en otros.
¿Y Colchester fue uno de los 11?
-No. Fue uno de los tres hospitales a los que no se pidió medidas especiales.
¿Cómo?
-No fue el único. El hospital desarrolló una investigación interna. El director ejecutivo de Colchester ahora dice que "no fue adecuada". Unison, un sindicato, y el Colegio Real de Enfermería dicen que intentaron decirles a los gerentes que algo andaba mal.
¿Las metas eran las culpables?
-El CQC examinó los casos de 60 pacientes de cáncer, todos menos dos fueron elegidos al azar. El regulador descubrió que en 22 casos los registros parecían haberse manipulado.
Suena como que las metas causaron esta terrible situación.
-No deberían necesitar un título médico para distinguir un síntoma y una enfermedad. En Colchester, CQC se preocupaba lo suficiente acerca de lo que Unison llama "acoso" como para enviar el caso a la policía. Y la administración ya ha admitido serias fallas en cómo se manejan los incidentes. ¿Suena como un problema provocado solo por tener que cumplir algunas metas?
Sí.
-Eres un miserabilista.
¿Como Morrisey?
-No exactamente. En el capítulo de un libro publicado el mes pasado, Alec Morton y R. Gwyn Bevan, dos expertos en el rol de gestión de desempeño en la NHS, dividen a la gente que tiene opiniones sobre las metas en "miserabilistas" y "melioristas". Tú, mi amigo, eres un miserabilista: alguien que cree que las metas son siempre "imposibles, poco prácticas, caras y poco efectivas". Yo me considero más meliorista.
¿Y las metas son imposibles, poco prácticas, caras y poco eficaces?
-Mortan y Bevan muestran que en la última década, pese a los incrementos de gente ingresada al hospital cada trimestre, las listas de espera y los tiempos de espera cayeron. La caída fue mucho más fuerte en Inglaterra, donde el régimen de metas era más "brutal" (en palabras de Bevan) que en Escocia, donde las metas son más relajadas.
Que se cumplan las metas no significa que las cosas están mejorando.
-Ahora suenas más como Karl Popper que The Smiths. Las consecuencias no buscadas de las metas son un problema. Pero como el centro de estudios King's Fund dice: "Es importante reconocer que tales consecuencias no buscadas podrían no ser un resultado inevitable de las metas en sí mismas, sino de la manera particular en que son diseñadas y puestas en marcha". En Colchester quizá el principal problema era una pésima gestión.
¿Qué estás diciendo?
-Que estás tan obsesionado con las metas que perdiste el foco.
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