Los fallidos remates de Curauma y el DCV: ambos desiertos
Con extrañeza miraban en el mercado la colocación de la oferta en el terminal. Eran dos remates de 200.000 acciones de Curauma cada uno, ambos puestos en el mercado por BancoEstado Corredores de Bolsa a principios de la semana.
Una compañía que hoy está fuera de la rueda pero cuya quiebra dejó a varios inversionistas heridos. En 2012 la Tesorería General de La República embargo a Manuel Cruzat 645.716.954 acciones de la inmobiliaria, equivalente al 19% de la propiedad, por deudas que en ese entonces mantenía Inversiones CB por tributos no pagados ascendentes a $26.224 millones (en total adeudaba al fisco US$140 millones).
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La liquidación de los papeles quedó a cargo de la intermediaria de BancoEstado, sin embargo la operación de la semana pasada no correspondía a acciones de la Tesorería. De hecho, al interior del organismo se habría tomado por sorpresa la oferta considerando que Curauma hoy no transa en bolsa.
Las acciones en venta corresponderían a "remates especiales" de personas naturales que se quedaron con los papeles de una empresa que hoy está deslistada, como es el caso de Curauma, y que al parecer seguirán sin poder liquidar dichas posiciones pues el remate se declaró desierto.
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A las acciones embargadas, se suma el proceso de liquidación de la firma. Ya a principios de 2016 se remataron 5 terrenos por $424 millones en el marco de la quiebra de la empresa, en el que la Tesorería es uno de los principales acreedores.
En paralelo, el jueves también se declaró desierto el remate de acciones del Depósito Central de Valores (DCV). Un paquete de 551 papeles del DCV equivalentes al 0,35% de la propiedad que puso en remate LarrainVial a $150 mil cada uno, pero que no despertó interés, igual que en ocasiones anteriores.
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La operación sólo se concretaría si es que un comprador estaba dispuesto a hacerse del total de las acciones por los $82.650.000. Ni un peso menos, ni una acción menos, destacan fuentes conocedoras de la operación. De hecho, las mismas fuentes aseguran que en el último tiempo inversionistas han realizado ofertas pero por un valor significativamente menor, que bordearía los $100 mil por título, propuesta que habría sido rechazada por los vendedores.
Pese a que en el mercado no hay certeza respecto de quiénes serían los vendedores, los dardos apuntan a un grupo de corredores de la Bolsa de Valparaíso, quienes hace un tiempo compraron acciones del DCV a la plaza porteña, que se desprendió de ellas en medio de su compleja situación financiera, quedándose con sólo 55 títulos.
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Hoy los mayores accionistas del DCV son Bancos y AFP, con un 30% cada uno, 23% en manos de la Bolsa de Comercio de Santiago, otro 10% está en manos de las compañías de seguros, 6% la Bolsa Electrónica y 1% en otros accionistas, entre los que están la Bolsa de Valparaíso.
Corredora mexicana GBM informó el viernes que vuelve a la Bolsa Electrónica
En abril de 2011 la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) dio el vamos a la mexicana GBM Corredores de Bolsa para que funcionara en nuestro país, con lo que estuvo habilitada para operar en la Bolsa Electrónica (BEC). En diciembre de 2010, el directorio de la plaza aprobó su incorporación, convirtiéndose en la primera intermediaria azteca en integrar el centro bursátil.
Si bien desde entonces no ha operado a través de la BEC, la situación está a punto de cambiar. El viernes, la corredora envió una carta al regulador en la que le habrían comunicado que comenzarán a operar.
El hecho se da mientras la BEC se encuentra a la espera de lograr la aprobación de sus estatutos para desmutualizarce.
De todas formas, GBM no sólo tiene una acción en la BEC. Cuatro meses después de adquirir el título, la corredora compró, por $2.400 millones, unos US$5,2 millones de la época, un papel de la Bolsa de Comercio (BCS). La adquisición fue hecha a un antiguo agente del mercado que no se encontraba operativo. En ese entonces, la mexicana apostaba por cerrar el año operando el 10% de la BCS.
El precio pagado en ese entonces implicó un alza de $400 millones (20%), respecto de la última vez que se había transado la acción. Hoy, en cambio, el precio de los títulos del parqué está $700 millones por debajo.
Al cierre de 2016 la intermediaria anotó pérdidas por $489,9 millones.
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