Los analistas y operadores que esperan que el dólar permanezca bajo presión durante todo el año podrían recibir una sorpresa.
Tras los titulares iniciales y la respuesta del mercado a vender el dólar ante la creencia de que la economía de EEUU se vería afectada por una guerra comercial mundial, rápidamente surgieron señales de que las exclusiones arancelarias serían la norma. Y dado que eso señala que cualquier conflicto comercial entre EEUU y China estaría en gran medida contenido, las cuentas apalancadas que mantienen las posiciones cortas en dólares en niveles cerca de un mínimo de tres años podrían tener que reducir la exposición.
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Además, la disminución de los riesgos geopolíticos después de la decisión de Trump de reunirse con el líder norcoreano también puede respaldar al dólar. Y técnicamente, el indicador del dólar ha rebotado dos veces este año desde un fuerte soporte semanal Fibonacci ubicado cerca de un 1% de su nivel actual.