La necesidad de un "rediseño" de la campaña del ex Presidente Ricardo Lagos es un diagnóstico transversal dentro de los colaboradores del hoy abanderado presidencial del PPD y en eso se ha trabajado de cara a marzo. La carrera lleva casi seis meses y ha tenido más obstáculos de lo pensado por el ex mandatario y sus más cercanos. "Aquí se han cometido errores", señaló un colaborador del comando de Lagos. ¿Hacia dónde van los dardos? Muchos apuntan al generalísimo del comando, el ex ministro de Energía, Máximo Pacheco.
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La operación fallida con el PS es por lejos, uno de los hitos que marcó la primera fase de la campaña y a juicio de analistas y personeros oficialistas puso a prueba rol de Pacheco.
"Él se ha encontrado con más muros que puentes. Se ha encontrado con muros dentro del PS y no ha podido tender puentes con la militancia más tradicional del PS", aseguró el director del Observatorio Político Electoral de la UDP, Mauricio Morales.
La etapa de instalación comunicacional y territorial estuvo diseñada básicamente esperando la decisión presidencial de los socialistas. La estrategia del "laguismo" apostaba a que en el Comité Central del 21 de enero el PS hubiese zanjado su abanderado, lo que no ocurrió y llevó a que el ex mandatario desechara la idea de medirse en una primaria con José Miguel Insulza y Fernando Atria.
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Así los más críticos apuntaron a que las conversaciones con el PS "se hicieron entre actores que no tenían el empoderamiento político interno", con poco conocimiento de las bases y que presionaron sin mayores resultados las decisiones, tras la bajada presidencial de la senadora y timonel, Isabel Allende.
"No es su fuerte el manejo político, no es su fuerte el manejo de la interna socialista, no es su fuerte tampoco la relación con la gente del PPD, por lo tanto su capital era el prestigio que había adquirido como ministro. Pensé que iba a ser un rostro complementario al de Lagos en la campaña", comentó el diputado ex PPD, Pepe Auth.
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A eso suma, la tensión que provocó la decisión presidencial del ex agente ante La Haya, José Miguel Insulza que apuntaba a un nicho similar al de Lagos y siempre fue catalogado como un colaborador cercano al ex Presidente. Pacheco mantuvo contacto telefónico con el ex secretario de Estado en una primera etapa. No obstante, la relación "se ha ido distanciando" con el transcurso de la campaña y el ex titular de Energía no logró persuadir al "pánzer" a bajarse de la carrera.
Relación con la NM y el PPD
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A la interna con el PS, se sumaban otros factores como el esquivo apoyo que tiene Lagos en las encuestas.
"Desde que llegó Pacheco, Lagos se ha estacionado en torno 5% y el gran problema es que es el piso y techo a la vez. Ese es el peor escenario para cualquier candidato presidencial, porque está debilitado desde la opinión pública, con ese 5% estático", apuntó Morales.
Así después del 21 de enero, la mesa directiva que dirige Gonzalo Navarrete pidió mayor injerencia en el comando. El diagnóstico de la tienda era que necesitaban más influencia política en la campaña y vincular las propuestas de Lagos con los temas que le interesaban al partido.
Dentro de la directiva, se hizo un balance que muchas de las decisiones eran más técnicas y que tenía que tener un viraje más territorial que esperan implementar en marzo.
Con todo, para Auth el problema con Pacheco se generó desde su origen: "no entiendo por qué lo reclutaron, con qué expectativas. Lo que no me calza, es que si yo recluto a uno de los ministros mejor evaluados lo convierto en vocero de mi candidatura y Pacheco ha sido cualquier cosa menos vocero".
En la misma línea, Morales sostuvo que "la llegada de Máximo Pacheco se pensó como una jugada estratégica de Lagos para capturar al ministro más popular del Gobierno de Bachelet, pero hay que ubicarlo en un contexto, era el ministro más popular de un Gobierno que tenía un 20% de aprobación".
Los descargos. En conversación con PULSO, Pacheco enfrentó las críticas y sostuvo que "mi evaluación se la dejo a los que quieran evaluarme y a todos ellos que quieran opinar. Ese es el juego de la democracia".
Además, aseguró frente a las críticas por su supuesta falta de conversaciones con los partidos que "en la sociedad chilena hay un enorme déficit de diálogo. Eso no es algo propio de este comando ni de una campaña".
Frente a no poder frenar el ímpetu de Insulza sostuvo que "sería pretencioso de mi parte atribuirme ese rol. No creo que me corresponda a mi atribuirme ese rol".
Finalmente, frente a las críticas por el despliegue comunicacional, defendió el rol de las vocerías del comando y recalcó que "nos sentimos muy orgulloso de lo que están haciendo". P