Hasta hace solo un par de días los desafíos inmediatos que tenía el destacado economista Guillermo Pattillo, radicaban en calcular minuciosamente todos aquellos gastos del Estado en los que se pudiera "ajustar el cinturón", con la meta a largo plazo de ir reduciendo el déficit estructural.
Sin embargo, aquellos retos profesionales para quien llevaba solo un mes como subdirector de Presupuestos, dieron un giro de 180 grados, luego de que el gobierno lo designara como nuevo director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en reemplazo de la economista Ximena Clark, quien lideró la institución en los últimos cuatro años.
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Y es que si bien las tareas de la Dipres para lo que viene no son menores (pensando en la necesidad de hacer calzar los recursos exigidos con el financiamiento), los desafíos que deberá enfrentar Pattillo en el organismo estadístico son completamente distintos, y no muy sencillos.
Los desafíos
En el caso del clima laboral, es probablemente, el mayor desafío para el economista, que tras la polémica generada por el fallido Censo de 2012, nunca se pudo recuperar.
En específico, sobre lo que deberá enfrentar Pattillo, la Asociación de Funcionarios del INE (Anfine) ha hecho públicas sus denuncias sobre mal clima laboral en el último tiempo. Mientras, en diciembre del año pasado acusó 13 despidos injustificados, en enero reiteró un mal clima laboral pidiendo el cambio de las autoridades. Ya mucho más enfáticos fueron en marzo pasado, cuando tras conocerse quién sería el nuevo ministro de Economía, solicitaron el cambio inmediato de la directora Clark. ¿Sus razones? Despidos injustificados, el cambio de parte de funcionarios a otras instalaciones y la poca participación en el proyecto de ley que busca fortalecer la institución.
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Otro tema importante es que Pattillo deberá impulsar nuevamente el proyecto de ley que lleva varios años en el Congreso y que busca fortalecer al INE, con una mayor autonomía. La discusión se ha entrampado en cuanto a los recursos que se requieren para darle viabilidad a la iniciativa. Además, la Anfine acusa que no fueron escuchados por las autoridades con respecto al proyecto.
En tanto, también deberá dirimir la metodología a usar en el próximo Censo de 2022. Existe debate respecto si es mejor un operativo censal que se realice en solo un día (como ocurrió el año pasado) o en un período más largo, este último método muy validado por expertos, pero aún con la "herida abierta" que dejó la experiencia de 2012. Asimismo, el nuevo director deberá decidir si mantener en la "ilegalidad" los resultados del Censo 2012 que fueron considerado inválidos por la administración anterior, o recuperarlos. Al respecto, la Anfine ha solicitado públicamente que se reivindiquen esos resultados, al igual que el ex director del INE, Juan Eduardo Coeymans.
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Por último, también tendrá que encabezar la actualización a una nueva canasta de productos de bienes y servicios que determina el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que deberá regir a partir de febrero de 2019. Asimismo, también se prevén cambios en la encuesta de empleos, donde se pretende desde el Ejecutivo tener datos más desagregados sobre el mercado laboral.
Credibilidad
Con todo, uno de los conceptos que más se repite entre los retos de Pattillo, tienen que ver con la credibilidad de la institución. En esta línea, el ministro de Economía, José Ramón Valente, destacó que "el gobierno considera muy importante que el INE sea una institución muy prestigiada y para eso se consideró importante que hubiera un nuevo liderazgo", añadiendo en esa línea que "para devolverle al INE el prestigio que merece y en ese sentido es que se le pidió la renuncia a Ximena Clark". Asimismo, subrayó que "el INE ha erosionado en alguna medida parte de la credibilidad que tiene en las cifras que entrega".
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En tanto, el ex director de la institución, Juan Eduardo Coeymans, destacó entre los desafíos "el recuperar y restablecer la credibilidad del Censo 2012 con el objetivo de que pueda ser usado en la conciliación censal del operativo de 2017". En tanto, enfatizó la tarea de "impulsar el proyecto de ley de fortalecimiento del INE y conseguir recursos para capital humano con alta especialización para complementar al equipo actual".