Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, enfocado este año a la producción de alimentos y el uso del agua en esta tarea. De acuerdo a cifras de World Wildlife Fund, un 41% de la población del planeta vive en condiciones de severo estrés hídrico, mientras la biodiversidad del agua dulce global ha disminuido un 35%, entre 1970 y 2007. Asimismo, las actuales tendencias de crecimiento económico, con un marcado aumento en el consumo y en la población, podrían acentuar este escenario en las próximas décadas. Un hecho aún más preocupante si se toma en cuenta que, en los países en desarrollo, hasta un 70% de las aguas residuales industriales es desechado sin tratamiento alguno. 

Si bien en el país la situación no ha alcanzado un punto crítico, existen realidades dramáticas de presión sobre el recurso, especialmente en la zona norte.  Pese a los intentos por abordar este tema a través de programas, planes y proyectos desde diferentes sectores, estas iniciativas suelen aplicarse con un enfoque puntual,  sin considerar una visión que involucre al país en su conjunto.

Según un informe de 2011 del Banco Mundial, en Chile, el 73% del uso del agua se atribuye al rubro agrícola; un 9% y 12% a minería e industria, respectivamente, mientras que el uso doméstico alcanzaría sólo un 6%.

Ello implica que el rol de las empresas es fundamental en las estrategias para mejorar la gestión de este recurso en el país, en una lógica de desarrollo sustentable donde pueda integrarse como un objetivo estratégico en el núcleo de sus modelos de negocio.

En este sentido, existen valiosas iniciativas en esa dirección. Es el caso del proyecto asociativo Suizagua Andina-Chile, liderado por un conjunto de empresas y la Fundación Chile, que tiene por objetivo la mejor gestión de los recursos hídricos por parte de las empresas asociadas, a través de la medición y reducción de la huella hídrica, y de la implementación de medidas de mitigación y elaboración de planes de Responsabilidad Social Corporativa asociados al uso de agua.

Sin embargo, aún resta mucho por hacer en este ámbito, en la medida que estas acciones lamentablemente no representan la realidad global de las empresas del país.

Asimismo, el llamado de Naciones Unidas en este día involucra también a los consumidores, quienes tenemos la responsabilidad de internalizar la escasez hídrica en nuestras decisiones a fin de evitar el sobreconsumo que profundiza el delicado acceso a este recurso.

¿Hacia dónde debería apuntar nuestro país? A iniciar una efectiva gestión hídrica, en la que los diversos actores: Estado, empresas, sociedad civil deberían cumplir un rol protagónico, consciente y decidido. Es por ello, que esperamos también de quienes aspiran a gobernar Chile, un pronunciamiento respecto a cómo abordaría esta problemática.P

(*) Gerente General Acción RSE