Si la historia de los Mundiales fuera un partido de fútbol de varias décadas, el próximo domingo 13 de julio Alemania y Argentina tendrían su desempate épico.

Luego que los latinoamericanos derrotaran a la Naranja Mecánica ayer, los dos equipos que quedan en competencia se enfrentarán por tercera vez en una final. En la primera ocasión, Argentina derrotó a Alemania en México ‘86. La segunda vez fueron los germanos que le ganaron a los transandinos en Italia ‘90. 24 años después, ambos decidirán nuevamente quien es el mejor.

Luego de un incansable partido con alargue incluido, Argentina y Holanda no anotaron goles. El triunfo de los sudamericanos ante el equipo timoneado por Louis Van Gaal se produjo sólo en la definición a penales por 4-2.

A vs A

Tanto Argentina como Alemania no son novatos en una final. Sin contar el duelo que se producirá este fin de semana, los albicelestes han estado 4 veces peleando en el último partido por un título mundial, de los cuales han logrado 2 veces la Copa del Mundo (1978 y 1986).

De hecho, el último triunfo de Argentina en México, fue con Maradona como la niña bonita del balompié a nivel internacional. Ahora, Lionel Messi tiene la oportunidad de repetir la historia.

Por su parte, los representantes del viejo continente han llegado a la final en 6 oportunidades, logrando el triunfo en 3 ocasiones. (1954, 1974 y 1990)

El partido

Uno de los grandes héroes del partido de ayer fue el arquero transandino Sergio Romero, que atajó dos penales a Holanda, resolviendo el partido sin necesidad de cumplir con los 5 tiros directos por equipo. Su protagonismo cobra aún más fuerza si se considera que Romero es el guardameta suplente en el Mónaco. De hecho, antes de que empezara este Mundial, su participación fue bastante cuestionada por hinchas, la prensa y especialistas del área. Por su parte, el portero holandés Jasper Cillessen, no pudo tapar ninguno de los penales argentinos

Ahora, en cuanto al desarrollo de los 120 minutos de juego, la afrenta se caracterizó por un constante movimiento de los deportistas en la cancha, con pocos tiempos de pelota detenida. Ambos equipos sabían que no podían dar la mínima ventaja a su rival.

Tanto Holanda como Argentina dieron un espectáculo de técnica futbolística, sólo opacado por la falta de goles. Algo bastante diferente a lo que se pudo ver en el desequilibrado juego entre Alemania y Brasil, donde claramente la balanza siempre estuvo al lado de los germanos.

Ahora ambos DT preparan sus estrategias para este domingo, día en que las banderas de Alemania y Argentina flamearán nuevamente en una final.