Trabajar y vivir en la comuna de Puchuncaví y en la bahía de Quinteros, en ocasiones, no es fácil. Especialmente por el mal historial medioambiental que tiene esta zona, que tuvo uno de sus eventos más críticos en 2011, cuando una nube de dióxido de azufre, originada en la planta de ácido de Codelco División Ventanas, intoxicó a decenas de personas. Entre ellas, 30 niños de la Escuela de La Greda.

En este lugar operan 19 empresas, entre centrales termoeléctricas, fábricas de cemento, una fundición y refinería de cobre. Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, Puchuncaví aportó en 2011 material particulado  equivalente a la contaminación de más de un millón de autos en un año.

Entre las compañías está Puerto Ventanas, que en 2014 creó la gerencia de sostenibilidad para tomar decisiones estratégicas con respecto a la materia e imbuirla dentro de las operaciones de este puerto privado, que embarca concentrado de cobre y ácido sulfúrico y descarga carbón mineral y trigo, entre otros productos (ver tabla).

Luis Fuentes, gerente de Sostenibilidad de Puerto Ventanas explica por qué nació esta área. “Necesitábamos incorporar una gerencia que atendiera todos los temas que no necesariamente están relacionados con la operación del día a día, pero que tienen que ver con el apalancamiento del puerto que queremos para el futuro: la implementación de estándares de clase mundial para la protección de los trabajadores y el medioambiente, asegurar la normativa legal y la relación con la comunidad y su calidad de vida, entre otros temas”, dice Fuentes.

¿Cuál es el peso de esta gerencia en las decisiones de la empresa?
Está al mismo nivel que todas las gerencias de la organización y tiene un reporte directo a la gerencia general, por lo tanto, participamos de todas las decisiones del negocio en el corto y largo plazo. Somos de alguna manera los que definimos la forma en que se opera en el puerto, desde el punto de vista medioambiental y social.

¿Cuál es el foco?
Uno de ellos es la instalación de una infraestructura para operar con estándares de calidad y seguridad para las personas y el medioambiente. En ese sentido, se fueron alineando los proyectos de modernización y ampliación del puerto, que ahora se están implementando.

¿Por ejemplo?
Todo el sistema de almacenamiento de graneles sólidos. La idea es asegurar que estábamos implementando la mejor tecnología y que la operación se realizara con parámetros óptimos en términos de polución. Dentro de ese eje hemos avanzado en estos dos años y se ha dado inicio a dos proyectos relevantes para el puerto, que es una bodega de 46 mil toneladas (proyecto que culminará a fines de este año) y el inicio durante este año de un "cargador viajero" que tendrá un efecto positivo dentro de la operatividad del puerto y desde el punto de vista medioambiental.

Ustedes están en lo que se ha denominado "la zona de sacrifico" de Chile, por su impacto medioambiental. ¿Cómo luchan con esa mala imagen que tiene en general el sector industrial de Ventanas?
Es innegable la exposición de la bahía en los últimos sucesos ambientales de las industrias que están en este barrio. Pero creemos que es totalmente factible la convivencia armónica entre la industria y el entorno medioambiental y social. Efectivamente, la forma de operar en un contexto como este, obliga a tener estándares de excelencia. No hay otro camino.

Pero ¿hay una conversación de ustedes con las otras empresas del sector como Codelco o Enap, para reducir el impacto medioambiental?
Cada empresa genera sus propias acciones, pero eventualmente ha habido coordinaciones, producto de problemas medioambientales, como por ejemplo, la generación de un Acuerdo de Producción Limpia (APL), de la zona Quintero - Puchuncaví, que adscribieron la mayoría de las empresas. En él, se generaron algunos acuerdos, donde se establecieron metas comunes e individuales. Y el desempeño de cada una de estas empresas, con respecto al acuerdo, se audita anualmente de forma individual. En el caso de Puerto Ventanas, el Consejo de Producción Limpia (CPL), verificó que cumplimos el 100% de los acuerdos.

¿Qué están haciendo con los vecinos?
Hemos implementado el Centro Comunitario Puerto Abierto, para tener un punto de conexión con la comunidad. El año pasado, más de 25 mil personas participaron en alguna de las actividades de este centro. También hemos creado una ventana de oportunidades para niños de la comuna en términos culturales, con actividades que de otra forma no podrían llegar acá. Por ejemplo, el año pasado hicimos una exposición de dinosaurios, que vino desde la Universidad de San Juan, Argentina, que fue declarada como Patrimonio e la Humanidad.

¿La mayoría de los trabajadores de Puerto Ventanas pertenecen a esas comunidades?
Sí, cerca del 60% vive en la zona. Por lo tanto, tenemos un doble compromiso con nuestra gente y las comunidades.

¿Y en cuanto a los pescadores?
Hace tres años, los apoyamos en un proceso de convertirlos en empresa, sin que renunciaran a su condición de pescadores. Los apalancamos con algunos contratos especiales y ahora se desarrollan como proveedores de servicios en varias empresas de la bahía.

¿Y con la comunidad de La Greda?
Hemos desarrollado con ellos mesas de trabajo para trabajar en conjunto inquietudes y necesidades, ya que son nuestros vecinos. Claramente aún tienen temas no resueltos, como el alcantarillado, que es una responsabilidad de las autoridades, pero donde nosotros podemos ser un puente entre ambos.

¿También hay una conversación con los sindicatos?,
En Puerto Ventanas hay cuatro sindicatos, aunque eso no compete directamente a nuestra área, sino a la gerencia general y Recursos Humanos. Sus dirigentes se han sumado de manera colaborativa a nuestra política de sustentabilidad para que el concepto sea comprendido con el resto de los trabajadores. Incluso, ellos han propuesto iniciativas especialmente orientadas a mejorar la seguridad de nuestros trabajadores.

¿Cómo cuáles?
Recientemente implementamos todo un proceso de modernización del sistema de embarque de ácido sulfúrico, con una idea que fue planteada, discutida, analizada por nuestros propios trabajadores a través de la mesa de trabajo sindical.