EL índice referente de la bolsa rusa, el RTS moscovita, tuvo su peor sesión desde mediados diciembre de 2014. Es más, la causa de la turbulencia en ese mercado en ambas ocasiones fue la misma: sanciones impuestas por EEUU.

Hace más de cuatro años, el benchmark accionario ruso cayó 12,41% ante anuncios de sanciones por la crisis en Crimea. Ayer, las noticias de sanciones volvieron a botar la cotización de las acciones rusas.

Al cierre de las operaciones, el RTS perdió un 11,44%, perdiendo todo lo ganado en 2018 (ver gráfico) y retrocediendo a su menor nivel desde septiembre del año pasado. Esto la convirtió a la rusa en la bolsa con peor desempeño en el mundo ayer, por amplio margen.

Desde el mercado señalan que el principal motivo de esta caída son las preocupaciones sobre el efecto que las sanciones puedan tener en las compañías y en la economía rusa.

Pero no es el único factor.

Agentes del mercado internacional aseguran que la baja también se vio apoyada por cómo se ha desarrollado el conflicto en Siria, aliado del Kremlin. "Hay miedo de cómo la relación de Rusia con el Occidente se pueda deteriorar más después de lo que pasó en Siria el fin de semana", señala desde NN Investment Partners el estratega senior de mercados emergentes Maarten-Jan Bakkum.

Los últimos días se ha conocido de un supuesto ataque químico del régimen de Bashar al Assad que dejó decenas de muertos que fue criticado, entre otros, por el presidente estadounidense Donald Trump.

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A estas alturas, señala Bakkum, es difícil saber si es que el desplome de la rueda moscovita se trata de una sobrerreacción del mercado. "Normalmente, un movimiento tan grande en un día es seguido por un rebote en los días siguientes", señala el estratega, aunque si es que se anuncian nuevas sanciones o si el conflicto en Siria escala, "podría ser difícil que el mercado ruso se recupere en el corto plazo".

Si bien Rusia ofrece buenas perspectivas en general, con un mejor momentum de crecimiento económico, mejores políticas macroeconómicas y la posibilidad de que el riesgo de las relaciones entre EEUU e Irán levante los precios del petróleo, Bakkum no cree que sea momento de ignorar el riesgo de las crecientes tensiones con del Kremlin. "Yo no entraría agresivamente. En este caso, la situación es demasiado seria y complicada", señala el estratega, agregando que es mejor "esperar un poco y ver cómo evolucionan las noticias en los próximos días".

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Pero el accionario no fue el único mercado ruso que sufrió los estragos de las noticias de los últimos días.

El rublo también se coronó como la divisa más perdedora del mundo, con una caída de 4,1% frente al dólar, mientras que el riesgo país -medido a través de los Credit Default Swaps (CDS)- se disparó un 15,17% hasta los 139,29 puntos base, su mayor nivel desde noviembre.

A la par, los rendimientos de los bonos soberanos en moneda local saltaron en 22 puntos base hoy, llegando al 7,28%, mientras que los tipos de interés en dólares se empinaron 28pb hasta el 4,72%.

A nivel de activos de renta fija, Marvin Loh, estratega de mercados emergentes senior de BNY Mellon, señala que el riesgo en Rusia ha subido considerablemente con estos últimos desarrollos, especialmente considerando que "recién se estaban empezando a estabilizar" después de las sanciones de Crimea.

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Sin embargo, el ejecutivo plantea que no ha aumentado el riesgo de default soberano. "Si bien es un tema importante para algunas compañías individuales, no creo que la deuda soberana rusa tenga tanta exposición a monedas extranjeras como en instancias anteriores", explica Loh.

Además, el estratega anticipa que lo sucedido debería limitarse a un efecto puntual en ese mercado y no a un sell-off de emergentes en general.