El apetito de Chile por comprar productores internacionales de comida se elevó a un ritmo récord este año, reflejando el hambre creciente de la clase media por una dieta más rica en la segunda mayor economía del mundo.

Las fusiones y adquisiciones en el exterior, en las industrias de comidas y bebestibles, representaron 17% del total de M&A en China este año a la fecha, casi a la par con 20% del sector de la energía y la electricidad, tradicionalmente la mayor fuente de negocios de este tipo, según Thomson Reuters.

Los objetivos de compra han sido Hollick, el productor de vino australiano, y Truve, proveedor de alimentos y queso, así como los brazos comerciales de empresas involucradas en flujos y precios de materias primas alrededor del mundo.

La ola de compras llega un año después de que el productor de cerdos de EEUU, Smithfield Foods, fuera devorada por Shuanghui International, ahora conocido como WH Group, en un acuerdo de US$7.000 millones que se mantiene como la adquisición más grande en el exterior de una empresa china, según Thomson Reuters.

Zhizhong Yang, presidente y director de Nomura China, afirma que “hay una tendencia al alza en la inversión en el exterior de China en el sector de los consumidores, el que crecerá a un ritmo mucho más rápido que la inversión en otro sector, incluyendo los recursos naturales”.

La razón para el número de acuerdos es la transición de China de una economía basada en exportaciones, hambrienta de energía, recursos naturales e infraestructura, a una basada en la creciente clase consumidora.

En un reporte sobre los cambios de los patrones en consumo de alimentos en China publicado la semana pasada, el Banco Mundial dijo que su rápido crecimiento en las últimas tres décadas ha “mejorado las dietas de manera importante”.

Cada persona está comiendo en promedio 40% más de calorías al día que en 1980, con un “cambio a una dieta más ‘rica”, alejada de bienes básicos a productos basados en ganado, como carne y lácteos.

“En las próximas dos décadas, el consumo de comida per cápita seguirá elevándose, con un crecimiento de alguna manera más rápido la próxima década, impulsado por el aumento de los ingresos”, de acuerdo al Banco Mundial.

El crecimiento de la riqueza también está llevando a una demanda de comida producida de forma fiable de mayor calidad y seguridad -que según se percibe lo ofrecen algunas marcas occidentales - luego de varios escándalos que involucraron alimentos contaminados, incluyendo la leche en polvo para bebés.

Yang de Nomura dice “mientras la clase media de china se vuelve cada vez más rica, su gusto por bienes y servicios se volverá cada vez más sofisticado. La oferta local no es suficiente, así que tienen que mirar hacia fuera de China. La seguridad en cuanto a alimentos ha sido un tema central para China. Con abundante capital, China podría comprar en vez de importar”.

Muchos de los compradores chinos son los organismo estatales, como el gran comerciante de granos Cofco, que recientemente gastó US$1.500 millones por una participación en un joint venture de azúcar, soya y trigo en Noble Group, el grupo de commodities de Singapur.

Un segundo grupo de compradores corresponde a los gobiernos locales. Esto incluye Bright Food, propiedad del gobierno municipal de Shangai, que compró Weetabix, la marca de desayunos de UK, y que el mes pasado pagó poco menos de US$1.000 millones por la participación controladora en Tnuva. Los grupos del sector privado como WH Group también están activos, y las listas de compras de los compradores son selectivas.

“Las compañías chinas están buscando oportunidades con mayor sentido estratégico”, dice Camillo Greco, jefe de la unidad de M&A para Europa, Medio Oriente y África para JP Morgan. “Vemos que adquieren negocios para tecnología y competencias que no tienen o para una marca que pueden desarrollar en China”.

Bright Food ha dicho que una de sus áreas objetivos es la agricultura moderna, una de las razones por su interés en Tnuva.  Ha dicho que está buscando productos lácteos, azúcar, endulzantes, bebidas y vinos.

Como les falta la experiencia para manejar compañías, los banqueros dicen que los compradores chinos cada día están más cómodos manteniendo los equipos gerenciales.

Florian Fautz, jefe de M&A de HSBC dice que “también están entrando en situaciones donde adquieren posiciones minoritarias. Ya no siguen buscando necesariamente el 100% de la participación”

Pero para una mayor inversión en el extranjero se necesita hacer más a nivel político para integrar a China a la economía global.

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