El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, designó ayer al mayor general de la Guardia Nacional Bolivariana, Manuel Quevedo, como nuevo ministro del Petróleo y presidente de la estatal de Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Quevedo, que se desempeñó hasta ayer como ministro de Vivienda, sustituyó a Nelson Martínez en la presidencia de PDVSA y a Eulogio Del Pino en la cartera de Petróleo.

"Asumo la responsabilidad plena de esa transformación revolucionaria y de los pasos que vamos a dar contra la corrupción, contra el bandidaje, para la limpieza de PDVSA", dijo Maduro en un programa dominical.

Además, precisó que convocará a los trabajadores de la petrolera estatal a una asamblea para mañana. "Pido todo el apoyo para esta decisión", apuntó.

Los liderazgos dentro de la industria petrolera de Venezuela habían permanecido en manos de civiles por más de una década durante la administración socialista.

Cabe recordar que la industria petrolera es la principal fuente de divisas de esta nación, que también es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El anuncio de Maduro, en medio de una reorganización de su gabinete, se produce en momentos de serios escándalos de corrupción vinculados con la industria del crudo en Venezuela. El pasado martes, las autoridades detuvieron a seis altos directivos de Citgo, filial de PDVSA en Estados Unidos, acusados de haber firmado contratos irregulares, sin aval del Ejecutivo, para el refinanciamiento de deuda por US$ 4.000 millones. El fiscal general del país petrolero, Tarek Saab, explicó que la directiva aprehendida firmó en julio un millonario acuerdo para refinanciar la deuda de Citgo en condiciones desfavorables para Venezuela y que comprometía a la empresa al colocarla como garantía.

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La oposición asegura que PDVSA está plagada de corrupción y una investigación del Congreso concluyó que al menos US$11.000 millones "desaparecieron" entre 2004 y 2014.

El nombramiento también se da en medio de una fuerte crisis financiera de la petrolera. La semana pasada las agencias S&P y Fitch declararon a PDVSA en default parcial por el retraso de varios pagos de capital e intereses de la deuda soberana y de la compañía.