Los datos locales de actividad en el último tiempo han sido algo más positivos; exportaciones e importaciones recuperándose en el margen, pero aún no vemos una mejora en la inversión en construcción y obras, el consumo se ha mantenido estable este último tiempo.

En términos de perspectivas podemos notar una mejora en el ánimo de los distintos agentes, basado en un aumento de la actividad esperada para el año 2018, sobretodo en el sector exportador, donde apreciamos mejores condiciones de precio y demanda. En el sector automotriz se percibe otro buen año en términos de ventas. En el sector minero, por otro lado, se considera sin lugar a dudas una mejora en las perspectivas, básicamente debido al alza del precio del cobre. Dado lo anterior, la brecha de actividad debería comenzar a cerrarse a partir del tercer trimestre del próximo año.

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Externamente, nuestras proyecciones son: que el escenario internacional tendrá una recuperación, aunque seguirá siendo gradual. La apreciación del peso, los primeros ocho meses del año, ha sido uno de los principales factores que ha influido en la baja del IPC general y también el de bienes. La pregunta es ¿será replicable en el corto plazo? No es tan claro, ya que esta fuerte apreciación se dio en un contexto de bajas tasas de interés a nivel global, lo que debería empezar a revertirse en los próximos meses, dado el proceso de normalización de la política monetaria en las economías desarrolladas.

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Por otro lado, el comportamiento de los commodities, particularmente el precio del petróleo ha ido al alza estos últimos meses, por lo que, los términos de intercambio no serán tan favorables como en la primera parte de este año, esto ayudará a ir normalizando las expectativas de inflación en el rango meta. En nuestro escenario base, vemos que los actuales niveles de inflación se podrían mantener, pues aún queda tiempo para que disminuyan las brechas, pero se irán recuperando gradualmente acompañado con un desempeño de la actividad tanto interna como externa. Por lo tanto, vemos que la TPM se mantendrá en los niveles actuales al menos durante el primer semestre del próximo año. Los factores de riesgo internos seguirán siendo los resultados electorales y en el sector externo, la gradualidad de la normalización en los ajustes monetarios y las nuevas tensiones geopolíticas, afectarán la evolución de los mercados financieros globales.

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*El autor es gerente de gestión financiera de Banco Internacional.