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Mario Moure, presidente de la Cámara Franco-Chilena de Comercio: "En 5 años la gente con capacidad para adquirir artículos de lujo en Chile se duplicará"

El lujo está de fiesta. Además de los 30 años de Moure y Cía., hoy comienza la semana francesa, evento que de un tiempo a esta parte se ha convertido en uno de los panoramas más chic de la primavera capitalina. En su calidad de presidente de la Cámara Franco-Chilena de Comercio y reconocido empresario del lujo, Mario Moure ha organizado diversas actividades, todas  vinculadas al arte, la música y la danza. Siempre de lujo, industria  que conoce como la palma de su mano.

¿Es relevante la industria del lujo en Chile?
En perfumería y cosmética, al menos, es una de las más competitivas del mundo. En los 30 años que llevo vinculado a esta industria,  el cambio ha sido gigantesco. Hoy están prácticamente todas las marcas y no hay ninguna de las grandes firmas del mundo que no tenga presencia en Chile. L'Oreal, Puig, Estee Lauder. L'Oreal, sin ir más lejos, tienen el market share más alto del mundo en Chile: 40%. Este país tiene además características bastante especiales. Se le considera un mercado de test, por su tamaño. Tiene una distribución muy especial, pues aquí los productos se venden en tiendas por departamento, igual que en Estados Unidos. Y el chileno tiene un gusto bastante europeizado.

Pero eso es en perfumería y cosmética. ¿Cómo está Chile en la industria del lujo en general?
Quizás no es un mercado tan relevante para la Ferrari, la Rolex o para vender semanas de vacaciones en Saint Tropez, pero para allá vamos. Cuando iniciamos Moure, a comienzos de los 80, hicimos un estudio para determinar la cantidad de personas que podía comprar, en forma habitual, artículos de lujo. Estimamos que no eran más de 18 mil personas. Hoy día esa cifra supera las 500 mil personas. Y no estoy hablando sólo de perfumes y cosméticos, que hoy día tiene un consumo bastante democrático. Uno de los gurús del marketing dice que el perfume es el lujo que todo el mundo puede comprar. Y en Chile eso se está dando cada vez más.

¿Eso explica que estén llegando tantas marcas europeas a instalarse directamente?
Absolutamente. Nosotros, sin ir más lejos, fuimos los representantes de Estee Lauder por 19 años. Nos iba tan bien que ellos decidieron instalarse directamente. América Latina, en especial Chile, Perú y Colombia se han convertido en plazas muy interesantes para las firmas francesas, inglesas y españolas, que no están creciendo en sus respectivos países.

¿Es elástica la industria de lujo?, ¿reacciona a la baja frente a las crisis?
No. Al contrario. La industria del lujo tiene un comportamiento distinto en épocas de crisis. Entrega tanta gratificación que, a diferencia de lo que muchos piensan, tiende a crecer en épocas de conflicto económico.

En el caso puntual de países como Chile, Perú y Colombia, que están pasando por un buen momento y donde hay mucho por crecer, ¿no hay riesgo de que crezca el mercado paralelo?
Siempre la bonanza económica es un buen destino para los piratas. A Chile está llegando más falsificación que a Perú y Colombia.

¿Y eso por qué?
Hay dos grandes temas. Está la piratería de gente que importa productos alterados, vencidos y falsificados, donde no hay ningún control y cada día es más grande.  Y está el relleno de frasco, un invento chileno que ya está en toda Latinoamérica. En el tema de los productos falsificados nosotros le hemos propuesto varias fórmulas al fisco para contrarrestar el problema, pero no nos han pescado. En el tema del relleno de frascos, hace muchos años que tenemos la campaña de recuperar el frasco vacío, que luego entregamos a Coaniquem. Y también tenemos el sello Asipco, para evitar el relleno de frascos. Pero hasta aquí no ha sido suficiente.

¿Cuál es la proyección de crecimiento de la  industria del lujo en Chile? 
Tremenda. En los próximos cinco años, la gente con capacidad para adquirir artículos de lujo se duplicará. Esos 500 mil  serán un millón. Para un país como Chile eso es muchísimo.

Lujo de pies a cabeza

Mario Moure es un lujo en sí mismo. Viste, huele, habla y hasta camina como alguien que sólo ha conocido la buena vida... Ciertamente no es así. Como todo buen emprendedor, ha pasado varias pellejerías. Algunas, incluso, “bastante inconfesables”, según señala él mismo. Ha estado arriba y abajo. Ha ganado y ha perdido. Pero siempre, a pesar de las crisis, la creciente competencia y el fantasma de la piratería y el contrabando,  se ha mantenido incólume en la misma industria: la perfumería y la cosmética. A través de su empresa Moure y Cía., Mario es el mayor distribuidor de perfumería en Chile, con marcas como Chanel, Bvlgari,  Hermés, Orlane, Givenchy y Kenzo, entre otras. Con ellas, tiene el 18% del mercado, con ventas que este año superarán los US$18 millones. Pero no sólo eso es motivo para celebrar. Este 2012 la firma está cumpliendo 30 años. Y el festejo  será en grande.

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