Martin Wolf cree firmemente que sin Donald Trump, sin Brexit o sin la amenaza de Marine Le Pen en las próximas elecciones de Francia, el mundo estaría con más confianza. "Hoy vivimos con más incertidumbre que hace un año. En esa etapa en 2016, Trump tenía muy pocas probabilidades de salir electo y mucha gente pensaba que Brexit (salida de UK de la UE) no ocurriría. Ahora estamos viendo el desarrollo de un mundo diferente y que no conocemos".

¿Se puede hablar del inicio de una nueva era?

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-Es muy posible que estos últimos acontecimientos marquen el inicio de una nueva era. Muchas veces, en momentos de la historia, es difícil saber qué significará precisamente un suceso en el futuro. Pero con esta transformación del mundo occidental, estamos claramente avanzando a algo nuevo. Uno de los cambios es en la política, sobre quién está resultando electo y qué decisiones están tomando los electores. Además, la influencia del populismo de este tipo no se vivía en Occidente desde los años '30. Es una transformación profunda, pero también es el reflejo de nuestras vidas sociales, políticas y económicas.

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¿Cuáles pueden ser las consecuencias?

-Son desconocidas, estamos en una etapa temprana del proceso y aún queda mucho por decidirse.

¿Cómo ve a EEUU con Trump como su Presidente?

-Obviamente, la elección de Donald Trump fue el evento político más importante del año pasado y posiblemente fue el resultado político más importante desde la caída de la Unión Soviética. Su elección nos dice que la política de EEUU está en muy mala condición. Los republicanos no lograron convencer a gran parte de su electorado de que son relevantes para el futuro y los demócratas no lograron mantener la fidelidad de la clase trabajadora blanca. Así, el establishment fracasó, no hay dudas. Trump tiene un programa económico completamente incoherente, con el deseo de transformar el rol global de EEUU, tanto política como económicamente. Trump ha demostrado, sin duda, que es el demagogo populista que era, su administración es un caos incoherente y no es realmente un político y no es un administrador. Pasa la mayor parte del tiempo en una guerra con la prensa, la burocracia y los tribunales, tres de los pilares fundamentales de la sociedad estadounidense y la política estadounidense. En mi visión, hay un fracaso enorme del sistema político, que produjo a alguien que básicamente lanza bombas contra ese sistema, rechazando el rol histórico de sus país y temporalmente es inestable. Es algo enorme y su implicancia caótica es difícil de ver. En noviembre tras su elección, me preguntaron qué pensaba y dije que sería algo entre malo y catastrófico, pero no tengo idea en qué punto se encontrará. El mundo no está preparado para esto, no hay forma de prepararse.

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Trump asumió hace un mes, a estas alturas, ¿cree que podría ser reelecto?

-Hay varios presidentes que no han salido reelectos. De los últimos seis, dos no fueron reelectos, por lo que es muy posible que no salga reelecto. Mi visión es que no tengo idea, ni si tampoco durará los cuatros años. De momento, es el presidente que en mucho tiempo tiene un visión desfavorable en su contra, por lo que si llega a ser reelecto algo bueno tendrá que suceder. No es imposible, ya que heredó una economía fuerte de Obama y con un apoyo fiscal y monetario fuerte, podría tener tres o cuatro años de crecimiento sostenido.

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¿Cómo evalúa el proceso de Brexit? El gobierno de UK ha dicho que no revocará el proceso y Tony Blair sostuvo que no es inevitable.

-Todo es posible, pero es extremadamente poco probable que Brexit sea revertido, ya que tendría que haber una transformación profunda en el ánimo del público y de la política del partido gobernante y, probablemente, de la política del principal partido de oposición, el laborista. Nada de esto se ve probable, por lo que la opción de que no siga Brexit es muy baja, pero tampoco es cero.

¿Cómo los ha afectado en su vida diaria?

-En lo que a la mayoría de las personas en Gran Bretaña les preocupa, el mayor impacto es en el alza modesta de la inflación, y en la caída de la libra esterlina, comparable con lo que pasó al inicio de la crisis en 2008. Es muy poco el impacto. La economía sigue creciendo con fuerza, el año pasado crecimos más que otra nación del G7. El desempleo está bajo y todavía ninguna empresa ha dejado Gran Bretaña. Por supuesto, ni hemos comenzado el proceso. Pero como ocurrió durante el primer año de la Segunda Guerra Mundial, no sabemos lo que significa, ni lo sabremos por años.

En marzo se debería activar el Tratado para la salida de la UE...

-Todos saben que es algo que va a ocurrir. Es esperado. Todos sabemos aproximadamente cuáles serán los resultados, medidos por amplios parámetros, por lo que no habrá muchas sorpresas. La extensión del daño económico es lo único que no podemos juzgar por ahora. Siempre habrá algo, pero no lo sentiremos sino hasta 2020, es algo a largo plazo. No llegará un día en el que veamos que las condiciones cambiaron. Sí podría llegar un día en 2019 en el que la transacción de bienes será difícil, pero no sabemos cómo se manejará eso.

Más adelante vienen los comicios franceses. ¿Temen que los franceses elijan a un líder como Marine Le Pen, quien se perfila como una figura similar a Trump, pero en Europa?

-No soy un experto en política francesa, pero sí es un resultado posible. No lo veo como probable, pero es perfectamente posible. El candidato conservador, Francois Fillon, que en otra circunstancia debería ganar, está muy golpeado por los escándalos. Emmanuel Macron corre sin un partido que lo apoye y no tiene mucha experiencia política. Los franceses podrían considerar que es muy joven e ingenuo y que sus ideas no son muy concretas. Los socialistas están alineados con un candidato extremo de izquierda. Si se suma todo, es posible imaginar que Marine Le Pen se enfrente a un candidato débil en segunda vuelta y gane. No es imposible.

Angela Merkel va por un cuarto mandato, ¿cómo ve su rol en la UE?

-Alemania es quizá el país desarrollado más estable. En parte porque su economía funciona bien y por su historia. El electorado está orientado a la estabilidad, sin embargo, la constelación política se ve incierta. El partido Alternativa por Alemania podría debilitar las opciones de Merkel, que podría tener que recurrir a la derecha. Si así ocurre, le daría espacio en la izquierda a Martin Schulz, ex miembro del parlamento europeo que podría volver a encender a los socialdemócratas del SPD. Finalmente, es increíblemente probable que Merkel sea reelecta y sino, Schulz, a no ser que el CDU escoja otro líder.

¿Qué tienen en común estos nuevos populismos que vemos en el mundo?

-Los ejes detrás de los populismos seguirán con nosotros por muchos años más. Será un proceso continuo y es posible que los resultados sean catastróficos, aunque no lo sabemos. Pero está muy claro. Es una respuesta a la mayor desigualdad, un gran período en que los estándares de calidad de vida se han estancado, una crisis financiera enorme e inesperada, altos niveles de inmigración y la desindustrialización y un cambio social asociado a esta desindustrialización. Esas son las cinco razones principales del populismo.

¿Cree que las redes sociales alimentan esto?

-Es una pregunta abierta. No me convence realmente que los medios de redes sociales tengan tanta importancia. El populismo de derecha existió muchas veces antes, en los '20, en los '30, en Europa y Latinoamérica. No creo que los medios sociales sean un actor decisivo, aunque reflejan estas presiones subyancentes, más que crearlas. Puedo aceptar que los medios de redes sociales tuvieron un rol en la elección estadounidense, ya que el país está enormemente dividido políticamente, más que algunos países europeos. No votamos por Brexit por las redes sociales, no es cierto.