Pulso

Max Marambio y las vueltas de la vida

Hoy, intentando insertarse en la más alta aristocracia santiaguina, deambulando entre eventos sociales, millonario y con disposición para hablar de su vida, el otrora GAP Max Marambio intenta explicar en una revista sabatina lo inexplicable. No deja de sorprender que alguien de sus características pretenda que creamos su historia. Yo no le creo nada. Sería interesante que explicara cómo se hizo rico en Cuba y llegó a ser privilegiado de Fidel por encima de un pueblo acosado, perseguido, controlado y empobrecido. Debemos recordar que por más de 50 años no existió en Cuba la posibilidad de que sus ciudadanos dejaran el país. Que quede claro, los cubanos estaban secuestrados. Pero lo más increíble de la historia que cuenta el barbudo ex revolucionario es su afirmación: "En Cuba yo vivía con un status que no solo era económico, tenía libertades que la gente no tenía y nunca me senté a pensar con detenimiento en ese privilegio". ¿Pensará Marambio que somos tontos? A otro perro con ese hueso, dice el refrán. ¿Pretenderá que le creamos que circulaba por La Habana y no se daba cuenta de su entorno? ¿Estaría hipnotizado? La historia de Marambio parte cuando era GAP -grupo de amigos personales de Allende (debo explicar la sigla para los más jóvenes). En esa época en que "gobernó" Allende, los GAP eran los escoltas favoritos del presidente, circulando fuertemente armados y a alta velocidad en unos autos azules, situándose en jerarquía por sobre Carabineros e Investigaciones. En esa época, 1971, el dictador Castro visitó Chile por 23 días, la más larga visita de un mandatario extranjero. Se paseó por todas partes, interviniendo en nuestros asuntos, explicando a nuestra gente su "experiencia" revolucionaria y antiimperialista. ¿Qué ha quedado de eso? Nada. Allende destruyó la convivencia entre los chilenos, destruyó la economía y tuvo de aliados a los países tutelados desde Moscú, de triste recuerdo por su crueldad e ineficiencia para resolver los problemas de sus pueblos. En un salto de eximio trapecista, ahora Marambio ratifica su irrestricto apoyo al derechista ex edil de Puente Alto, pero a la vez dice que llorará la muerte de Fidel. Posee una capacidad de acomodo infinita, que sorprendentemente es aceptada por ejecutivos y empresarios que me han dicho que el personaje "tiene mucho cuento". Nuestro sector parece no tener remedio. Los marxistas, los frentistas, los terroristas, los estatistas, los que destruyeron Chile, ahora circulan como si nada, acogidos por la nueva  institucionalidad que muy pronto dejará de ser nueva y probablemente pasará a imitar el modelo cubano-venezolano, que Marambio abrazó pero ahora critica. Falta que se diga la verdad, pero no a medias. Que los chilenos están hipnotizados, como lo pudo estar Marambio cuando era empresario regalón de Castro. Las nuevas diputadas Camila  y Karol también admiran el proceso cubano. A lo mejor algún día las tendremos viviendo en La Dehesa, con segunda vivienda en Cachagua, helicóptero y amigas de empresarios con apellidos vinosos. Ya nada es imposible, muy pocos tienen posiciones coherentes y eso le hace mal a Chile. Nos espera un futuro complicado gobernado por muchos inconsecuentes. A un amigo le comenté el artículo de Marambio y me dijo que al leerlo le dieron náuseas. Otro amigo me comentó  que tenía oficina en el edificio Marriott y que el ruido del helicóptero de Marambio enloquecía a los copropietarios. A lo mejor ese ruido le recordaría a Max el ruido de  las metralletas con las que defendió al más nefasto presidente de Chile.

(*)El autor es ingeniero comercial de la Universidad de Chile (amjpulso@gmail.com).

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