"Votaré por Alejandro Guillier y llamo a votar por él y me pongo a disposición para lo que él estime. Soy un soldado. Lo que él me diga que haga, lo haré. Que me llame cuando quiera". Así, el candidato del Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, se tranformó en el primero de los candidatos de la centroizquierda en dar un claro respaldo e incluso articular un llamado de unidad en apoyo a la carta presidencial de la Nueva Mayoría, quien pasó a la segunda vuelta junto al representante de Chile Vamos, el ex mandatario Sebastián Piñera.
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Los mensajes de unidad a la centroizquierda bajo la consigna del progresismo contra "el adversario que hay enfrente" -como el candidato del PRO calificó a Piñera-, comenzaron a primera hora de ayer.
Luego de desayunar muy temprano junto a su esposa Karen Doggenweiler y a sus dos hijas, Fernanda Cornejo y Manuela Enríquez-Ominami, en su residencia de Lo Barnechea, el líder del Partido Progresista, llegó puntualmente a las 10 de la mañana al Liceo Carmela Carvajal de Prat acompañado de toda su familia para sufragar. Tras ello aseguró: "tengo un plan para la unidad esta noche. Le pido a Ricardo Lagos que no viaje a Japón, que se quede en Chile. Confirmo que desde mi celular esta noche llamaré a Alejandro Guillier. He leído hoy día que anuncia su retiro a la política en cuatro años más. ¡No Alejandro, quédate! Te necesito esta noche! Quédate para luchar por la segunda vuelta".
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Posteriormente, ME-O acompañó a votar a su esposa al colegio Mayflower School de Lo Barnechea y luego a su hijastra Fernanda y a su sobrino Joaquín a la Escuela Diferencial Madre Tierra de la misma comuna. Fue una tranquila jornada que estuvo lejos de presagiar los negativos resultados: el candidato del PRO no sólo sufrió una derrota al quedar sexto en las preferencias presidenciales, sino que también ha reducido a la mitad su votación de los dos comicios anteriores: desde un 20,13% en 2009 pasó a un 11% en 2013 y a un 5,71% ayer.
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Los llamados
Tras arribar, pasadas las nueve de la noche a las dependencias de su comando ubicado en calle Isidorita 177 de la comuna de Providencia, fueron sin rodeos: "leí y escuche el mensaje del pueblo. Claramente hoy hay un ganador que tiene nombre y apellido, Alejandro Guillier, que recibe de parte nuestra las felicitaciones".
Entre medio de cánticos de sus adherentes que decían "cualquiera, cualquiera, menos Piñera", instó tanto a la candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez , como a la carta de la DC, senadora Carolina Goic, a apoyar a Guillier el próximo 17 de diciembre.
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" A Beatriz. Además de felicitarte, te digo no te vayas a equivocar como yo me equivoqué en 2009. ¡Llama a votar por Alejandro Guillier! Lidera tu tremenda votación! Yo tuve la misma votación en condiciones más difíciles, pero la tuya es espectacular. ¡Dale Beatriz, lidera! El adversario que hay enfrente no es ni tu ego, ni tu resultado, es Piñera!", aconsejó a la periodista, aprovechando de asumir su error tras las presidenciales del 2009, cuando obtuvo una votación cercana al 20% y se posicionó como la tercera fuerza política más grande del país, lo que no logró rentabilizar en los años posteriores, lo que quedó aún más demostrado ayer.
Acto seguido, ME-O dijo: "y también le pido a Carolina Goic que no se quede atrapada por operaciones políticas, que llame a votar por Alejandro Guillier", emplazando a la candidata democratacristiana.
El candidato del PRO celebró, además, que Piñera sacará casi 10 puntos porcentuales de menor votación que lo que proyectaban las encuestas.
Mea culpa
Si bien Enríquez-Ominami valoró la elección de Marisela Santibañez como la primera diputada del PRO por el distrito 14, también tuvo palabras de mea culpa por la baja votación del partido que además significó perder el tercer escalafón como referente político ante el Frente Amplio.
"Aquí no jugamos a empatar y cuando uno arriesga para ganar, corre el riesgo a veces de no ganar. Queríamos el segundo lugar, pero ustedes los chilenos tomaron una decisión. Y somos humildes ante eso", afirmó.
Sin embargo, el candidato del PRO hizo un "guiño" a que esta derrota no lo hará claudicar de su participación el mundo político: "soy un buen perdedor. Sé perder. Eso sí, por ahora. Entiendo que no es mi momento, es el momento de Alejandro Guillier. Ya estaremos de vuelta a la cita que los chilenos nos convoquen", culminó.
Con todo, el ex diputado socialista parece volver en parte a sus orígenes y esta vez no dudó un segundo en entregar su respaldo a quien representará las banderas del progresismo.