Las dos primeras semanas de abril han dado algo de respiro a la clase de activo. Menor incertidumbre en los escenarios políticos de Latinoamérica y cambios en las perspectivas de algunos soberanos y compañías por mejores fundamentales, se han traducido en rentabilidad positiva tanto para los papeles corporativos como para los soberanos.

En el caso de Brasil, en la última semana tuvimos un conjunto de noticas positivas que se materializaron en una rentabilidad del 1,03% desde el 31 de marzo hasta el 13 de abril para el CEMBI Brasil, por sobre el 0,73% mostrado por el CEMBI LatAm y el 0,99% del CEMBI HY durante el mismo período.

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La detención de Lula, el cambio en las perspectivas de la clasificación soberana por parte de Moody's y un crecimiento cercano al 2,6% estimado por Fitch Ratings para Latinoamérica, explican parte de la compresión de los papeles corporativos brasileros. Fitch espera un crecimiento de 2,5% para 2018 y 2,7% para 2019. Actualmente Brasil mantiene las siguientes clasificaciones: Ba2/BB-/BB- (Moody's/S&P/Fitch); las tres con perspectivas estables.

El segundo país que acumuló mayor rentabilidad durante estas dos semanas fue Colombia, con un 0,54%. Presionado por el riesgo político y algunos ajustes en las proyecciones de crecimiento del país, Colombia sigue siendo el segundo país que ofrece mayores spreads después de Brasil. Nuestro escenario asume un crecimiento del 2,3% para 2018 y un 2,8%, más conservador que lo proyectado por Fitch Ratings (2,6% para 2018 y 3,5% para 2019), aun cuando estamos asumiendo la victoria de un candidato pro-mercado.

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Perú y México acumulan una rentabilidad similar (entre 0,25% y 0,29%), con ambos países presionados por el escenario político. En el caso de Perú el crecimiento esperado fue corregido a la baja, principalmente por la incertidumbre política y los problemas del sector construcción.

En el caso de Brasil, aún vemos oportunidades de compresión de spreads en el sector forestal y proteínas; y para Colombia hay algunas oportunidades en el sector financiero y oil & gas.

La autora es gerente de renta fija de Credicorp Capital.