No es el commodity que más ha rentado en 2018, pero con los avances de esta semana, el petróleo se encamina a terminar un enero redondo.

En lo que va del año, el barril de crudo estadounidense, referente para los países americanos, acumula un alza de 8,5% (ver gráfico), superando los US$65 por primera vez desde 2014.

El petróleo europeo Brent, por su parte, logró recientemente ubicarse sobre los US$70. Al cierre de ayer, el commodity energético ha subido un 5,8% en el ejercicio.

Si bien los futuros transados en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) anticipan que el precio del petróleo tejano va a caer en los próximos meses (ver tabla), este mercado de derivados apunta que el barril de WTI va a llegar al cierre de este año sobre los US$61.

Los motivos detrás del alza del commodity están ligados a condiciones limitantes de la oferta, que han logrado poner freno a la caída del precio.

Uno de los principales motivos que han logrado levantar la cotización del llamado oro negro ha sido el acuerdo de recorte de producción al que llegaron los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros grandes productores, como Rusia.

El éxito de la OPEP y sus 11 aliados en reducir los inventarios a nivel global ha impulsado el crecimiento del precio de crudo, explica Thina Saltvedt, analista de petróleo de Nordea Bank Norge.

Esto, sumado a un incremento en la tensión política en países productores de crudo, como Libia y Nigeria, la incertidumbre en torno al potencial a corto plazo de Venezuela y la falta de claridad sobre la renovación del acuerdo nuclear entre la administración de Donald Trump en EEUU e Irán, han generado que "el premio por riesgo político del petróleo haya subido significativamente este verano", señala la analista desde Noruega.

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Estas condiciones, que generan un riesgo adicional de reducción en la oferta, han provocado que los agentes del mercado tomen posiciones en este commodity, empujando los precios al alza.

A esto se suman condiciones de mercado que jugaron un rol particular en los movimientos de esta semana, como la debilidad del dólar (ver nota de la página 22), agrega desde Citigroup Global Markets el analista de petróleo Chris Main.

Pese a una leve alza ayer, el Dollar Index -que mide los movimientos del billete verde frente a una canasta de seis divisas del mundo- sigue operando en su menor nivel desde mediados de diciembre de 2014. Al cierre de esta edición, el indicador acumulaba una caída de 3% en lo que va de 2018.

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Adicionalmente, agrega Main, se han registrado flujos de entrada récord hacia el crudo y los inventarios en Cushing -donde se fija el precio del WTI- marcaron una aguda caída.

Las existencias de crudo en EEUU, que fueron durante 2016 y principios de 2017 la piedra de tope de los esfuerzos de la OPEP y otros países productores, cayeron en 1,1 millones de barriles, retrocediendo hasta los 411,6 millones esta semana, según el Departamento de Energía del país norteamericano.

Desde el 10 de noviembre las reservas semanales bajaron más de 47 millones de barriles, situándose en su nivel más bajo desde 2015.

Mirando hacia adelante, el mercado estadounidense va a jugar un rol clave en la evolución del precio.

Saltvedt sostiene que los inventarios seguirán cayendo, reflejando las políticas de la OPEP, lo que sostendrá el nivel actual del precio. En cambio, Main sostiene que la producción en Estados Unidos se va a fortalecer, lo que va a poner presión bajista sobre la cotización del WTI.