Las intenciones de la italiana Enel de dividir los negocios de Enersis no sólo han provocado cuestionamientos por parte de las AFP. El mercado tampoco estaría viendo con buenos ojos el proceso de negociaciones que se avecina para la compañía, el que se estima duraría, a lo menos, 12 meses y que involucraría  dialogar con los fondos de pensiones y la Superintendencia de Valores.

Así, al 4,8% de caída que la acción registró la semana pasada, el papel aún tendría espacio para bajar. Y esa es la señal que se desprende del stock de ventas cortas sobre esos títulos que tuvo una fuerte alza, lo que da cuenta de las apuestas bajistas sobre la acción.

Mientras en la semana del viernes 24 de abril, el stock había caído en $288.188.133 respecto al período anterior, la última semana del mes pasado -considerando hasta el miércoles 29- fue drásticamente distinta y pasó de $8.521.390 a $162.453.198, lo que se traduce en un aumento de $153.931.808.

En la vereda del frente se encuentran las acciones de SQM-B y es que tras la salida de Julio Ponce no sólo se ha visto un fuerte incremento del papel -en abril avanzó un 18,27%-, sino que en el mercado aseguran que se vienen más aumentos en el precio. La señal de mayor estabilidad y confianza se tradujo en una disminución semanal de $7.787.005 en el stock de ventas cortas. Con esto, los títulos de SQM-B revirtieron las expectativas a la baja que se graficaban en el aumento de $6.541.599 en el stock de ventas cortas para la empresa la semana previa al anuncio de que Julio Ponce no se repostulaba a la presidencia de la compañía.