Todavía genera cierta desconfianza entre algunos inversionistas, dada su historia menos que ilustre, pero la deuda argentina ha atrapado el interés de los inversionistas, tanto internacionales como locales.
Una de las claves del atractivo está en la tasas. Con tipos de interés en torno al 15% en moneda local (ver gráficos), el bono argentino a 10 años tiene el mayor rendimiento de la región, descontando a Venezuela. Pero saliendo de los bonos del Tesoro, hay un tipo de papel crecientemente popular que supera ese interés por más de 10 puntos: las Letras del Banco Central, o Lebacs.
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Pese a que en la última licitación de estos papeles de deuda de corto plazo la tasa de colocación de los títulos a 28 días cayó 49pb, el rendimiento llegó los 26,75%.
"Tú compras Argentina por una sencilla razón", explica Alberto Bernal, estratega en jefe de mercados emergentes y globales de XP Securities, "tiene una tasa muy alta y esperas que el país se recupere".
Por su parte, Juan Pazos, jefe de estrategia de la corredora argentina Puente, destaca que en las tasas actuales de las Lebacs cortas (28 y 35 días) está internalizada una baja de tasa de interés por parte del BCRA de 400pb en el año, que "se ve difícil". Esto, sumado a la expectativa de una estabilización del tipo de cambio y una anticipada entrada de flujos desde el exterior, ofrece oportunidades de apreciación, dice.
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En el lado local también hay interés en estos instrumentos. Suficiente, por lo menos, para que la administradora LarrainVial Asset Management lanzara a principios de enero un fondo de deuda argentina de corto plazo en moneda local con posiciones en Lebacs.
"Estamos esperando que, si uno invirtiese en las Lebacs cortas durante todo el año, podría obtener una tasa promedio de 24,5% en pesos argentinos", señala Soledad Acoroni, jefa de estudios de crédito y portfolio manager de la firma. Combinado con la expectativa de LarrainVial de que el peso se deprecie un 17%, esto traería una rentabilidad en dólares de alrededor de 7% anual, por sobre los retornos de activos de niveles similares de riesgo. Por ejemplo, acota, los bonos corporativos latinoamericanos high yield están rentando entre 6% y 6,5% anual.
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Sin embargo, advierte Acoroni, las Lebacs son instrumentos altamente volátiles, dada su vulnerabilidad al tipo de cambio, por lo que se recomiendan para inversiones con un horizonte de por lo menos un año.
El año pasado, el peso argentino se depreció un 17,3% frente al dólar, depreciación que se ha profundizado un 1,7% en lo que va de 2018, y este fenómeno continuaría, pero en menor medida: el promedio de los ocho precios objetivos actualizados en febrero para el dólar en el país lo ubica en 21,05 pesos argentinos al cierre de 2018. Ayer, la divisa operaba en 19,98 pesos.
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